Puertas Abiertas • 19 feb. 2024
Rebecca, la madre de Leah Sharibu, mirando un retrato de la pequeña
Hoy se cumplen seis años desde que Leah Sharibu y otras estudiantes fueron secuestradas en la Escuela Técnica y Científica para Niñas en Dapchi, en el norte de Nigeria. Seis de ellas murieron camino al cautiverio. Leah tenía solo 14 años cuando el grupo islámico radical Boko Haram se la llevó. Actualmente, el grupo se llama Estado Islámico de la Provincia de África Occidental (ISWAP) y actúa como un brazo del Boko Haram. Después de un mes de negociaciones, el grupo liberó a todos las capturadas excepto por una, Leah. ¿El motivo? Ella se negó a abandonar su fe en Jesús.
Algunas amigas que estudiaron con Leah comparten lo que pasó. Recuerdan el tiempo que pasaron juntas y la última vez que la vieron. Una de ellas, Dorcas*, cuenta que la noche del secuestro, después de comer, se sentaron afuera de la escuela hasta que escucharon disparos. “El tiroteo empeoró, así que no me di cuenta de que ella ya no estaba a mi lado. Ese fue el final, la última vez que la vi”, explica.
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Maimuna, otra amiga de Leah, comparte que todas las chicas estaban confundidas. “Corremos para intentar sobrevivir. Entonces, junto con otros estudiantes cristianos, salté la cerca y corrí. No vimos lo que le pasó a Leah”, dice. Las amigas de Leah escaparon, pero la joven fue secuestrada. Según informes de niñas musulmanas que también fueron secuestradas, el día de su liberación, sus captores les hicieron la siguiente pregunta: “¿Quién de ustedes es cristiana?” Leah levantó la mano. Las otras chicas le pidieron que mintiera, diciendo que era musulmana, pero ella insistió en que era cristiana.
El resultado de la elección de Leah
Foto de Leah en el momento en que fue secuestrada, actualmente la joven está próxima a cumplir 21 años
El sentimiento de Maimuna al enterarse de la decisión de Leah de permanecer fiel a su fe cristiana fue de gran alegría. “Ella se mantuvo firme en su fe. No todo el mundo haría esto. Mi fe se fortaleció por lo que ella hizo”, dijo. A pesar del impacto de la fidelidad de Leah, las consecuencias para ella fueron nefastas. Según sus captores, se convirtió en “una esclava de por vida”. Actualmente, la joven tiene casi 21 años y los rumores dicen que fue obligada a casarse con un comandante del grupo rebelde y luego con otro. También dicen que tuvo tres hijos, todos en cautiverio. Desafortunadamente, no hay confirmación oficial de su estado actual.
La situación de Leah impulsó a la iglesia global a unirse en oración. Muchos cristianos continúan orando por Leah y otras mujeres cristianas secuestradas por grupos extremistas islámicos en Nigeria. “Mi oración por Leah es que ella experimente que Dios está con ella. Independiente de la situación que ella sepa que Dios jamás la ha abandonado. Oramos por ella porque la amamos mucho. Oramos para que ella sea fuerte pase lo que pase”, afirma Maimuna.
Te invitamos a orar por Leah también.
Peticiones de oración:
• Presente no solo su vida, sino la de miles de niñas y mujeres cristianas nigerianas que se encuentran secuestradas en este momento, cuyos nombres desconocemos.
• Clama a Dios para que ellas sean luz aún en medio de tan densa oscuridad.
• Pídale también al Señor que las fortalezca y prepare una salida.
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