Puertas Abiertas • 7 dic. 2021
Con el fin de la Unión Soviética, las cinco repúblicas de Asia Central se independizaron, pero el cambio no fue inmediato
En 1991, la Unión Soviética se disolvió y las 15 antiguas repúblicas soviéticas obtuvieron la independencia. Para muchas personas, incluso del gobierno de varias repúblicas, fue una gran sorpresa. El sistema político que existía desde 1917, cuando se creó la Unión Soviética, se enfrentó a una situación para la que nadie estaba preparado. Conoce ahora en qué aspectos el año 1991 significó un gran cambio para Asia Central y cómo repercutió en la iglesia de la región.
Antecedentes políticos y jurídicos
Los cinco países de Asia Central que conocemos hoy, Uzbekistán, Turkmenistán, Tayikistán, Kazajistán y Kirguistán, fueron creados en los primeros años de la Unión Soviética por el régimen de Joseph Stalin. Rusia conquistó la región en el siglo XIX y Stalin la dividió en cinco partes, en las entonces llamadas repúblicas soviéticas, según las mayorías étnicas que vivían allí.
Mientras existió la Unión Soviética, el gobierno central de Moscú determinaba lo que sucedía. Las 15 repúblicas eran meras divisiones internas y administrativas que aplicaban las decisiones políticas de Moscú a nivel local. El Partido Comunista era la fuerza dominante y el resultado era un régimen dictatorial que no dudaba en golpear y detener a la oposición, en dictar largas condenas en cárceles, campos de trabajo o campos de concentraciòn soviéticos (gulags).
Luego llegó 1991. La agitación política en Mostou, con el golpe de Estado contra el Presidente Gorbachov, llevó todo al caos. El 26 de diciembre de 1991, Gorbachov firmó un documento que significaba el fin de la Unión Soviética. El poder central dejó de existir y esto fue adoptado por las repúblicas.
Todo este cambio no condujo a una guerra, que se esperaba con el fin de una superpotencia que también era una potencia nuclear. La razón principal fue que, a pesar del fin del gobierno central en Moscú, quienes asumieron los gobiernos de las cinco repúblicas centroasiáticas fueron las mismas personas que ya ocupaban altos cargos. En otras palabras, sólo siguieron gobernando los países después de la independencia. La mayoría de ellos fueron sustituidos sólo después de su muerte, pero sus sucesores también pertenecían al pequeño círculo de antiguos dirigentes del Partido Comunista.
El impacto político para los cristianos en Asia Central
Con el fin de la Unión Soviética, se han producido pocos cambios para los cristianos de Asia Central.
Los cristianos de Asia Central sufrieron una dura persecución durante la época soviética (1917-1991). Dado que desde 1991 se han producido muy pocos cambios, tanto en la política como en el sistema jurídico, no es de extrañar que esos cristianos no hayan experimentado realmente muchos cambios, y mucho menos mejoras, desde que los países de Asia Central obtuvieron la independencia.
Escenario religioso
Cuando la Unión Soviética dejó de existir, Asia Central experimentó importantes cambios en el panorama religioso. Hasta 1991, el cristianismo estaba vinculado a las minorías étnicas, como rusos, ucranianos, polacos, alemanes y coreanos, que llegaron a la región en contra de su voluntad o deportados por los regímenes comunistas. La mayor confesión cristiana era la Iglesia Ortodoxa Rusa, siempre con más del 90% de los cristianos. Esta iglesia era relativamente bien tratada por las autoridades locales, que debían respetar a los cristianos ortodoxos para mantener buenas relaciones con Moscú.
La segunda confesión cristiana más importante era la Iglesia Católica Romana, vinculada a las etnias polaca y alemana. Los cristianos bautistas, pentecostales y evangélicos no estaban vinculados a grupos étnicos y, por lo general, sufrieron las peores formas de persecución. El número de cristianos nativos era muy reducido.
Cuando las cinco repúblicas se convirtieron en estados independientes, no hubo ningún cambio inmediato. Sin embargo, cuando quedó claro para las minorías étnicas cristianas que el regreso de la Unión Soviética no se produciría, la mayoría de los alemanes, coreanos, ucranianos y polacos decidieron abandonar Asia Central y regresar a sus países. Un pequeño grupo comprendió que su tarea era llevar el evangelio a la población local.
Si bien a principios de la década de 1990 varios expatriados cristianos se dedicaban a la evangelización en Asia Central, esto ha cambiado. El número de cristianos expatriados es mucho menor. Después de 1998, todavía se produjo un importante éxodo de misioneros y ministros extranjeros al cerrarse las puertas de varios gobiernos.
¿Qué ha cambiado en el mapa religioso de Asia Central?
Aunque el Islam es la religión principal en la región, se considera que es la religión de los antepasados.
Con la disminución del porcentaje de cristianos, ha aumentado la cantidad de musulmanes en la región. El Islam siempre ha sido la religión principal en los cinco países de Asia Central. Según estimaciones de la agencia World Christian Database, en febrero de 2020 los musulmanes constituían el 70,6% de la población de Kazajistán. En Kirguistán, el 87,3%; en Tayikistán, el 97,8%; en Turkmenistán, el 96,7% y en Uzbekistán, el 96,1%.
A pesar de ello, es un error considerar que toda Asia Central es completamente musulmana. Los 70 años de ateísmo durante la era soviética tuvieron una gran influencia. El gobierno actual es laico y trata de mantener el Islam bajo control, mientras que la mayoría de la población se limita a seguir las tradiciones islámicas en lugar de las estrictas enseñanzas musulmanas.
En la región, el Islam se considera más bien la religión de los antepasados. Por lo tanto, es natural que los nativos sean musulmanes. El cristianismo, en cambio, suele considerarse la religión de los gobernantes rusos y otros grupos étnicos no autóctonos, como ucranianos, polacos, alemanes, coreanos y expatriados.
La conversión de los nativos étnicos al cristianismo no es muy bien aceptada. Por ello, los conversos sufren una gran presión por parte de la familia, los amigos y la comunidad local. Esta presión es mucho más fuerte en el campo que en las grandes ciudades. Los familiares oprimen a los conversos, a veces incluso con malos tratos, en un intento de hacerles volver al Islam.
BIBLIAS PARA CRISTIANOS DE ASIA CENTRAL
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