Puertas Abiertas • 5 sep. 2023
Un colaborador de Puertas Abiertas cree que el ataque a iglesias y hogares cristianos tenía como objetivo generar miedo colectivo
El 16 de agosto, la paz en Jaranwala, Pakistán, se hizo añicos. Miles de personas atacaron los barrios donde viven cristianos, que huyeron lo más rápidamente posible. Rehana Bibi* cuenta: "Algunas personas subieron a sus coches, a bicicletas o a autobuses y se marcharon a otras ciudades. Pero la mayoría se fue a las plantaciones de caña de azúcar. Estaba oscuro y era peligroso, pero era el único sitio donde ir. No había esperanza de volver a casa cuando vimos el fuego ardiendo y el aire pesado y oscuro. Nos sentamos a mirar, desesperados, intentando cubrir a los bebés con nuestros cuerpos para protegerlos. Ellos estaban muy confundidos".
Un colaborador de Puertas Abiertas declaró: "Este acto de terror pretendía causar miedo colectivo entre los cristianos de Jaranwala y de todo Pakistán. Estaba diseñado para crear incertidumbre y confusión. No fue sólo la experiencia de uno o dos que se pasaron de uno a otro. Fue algo colectivo, inmediato y masivo". Su opinión es que el ataque fue coordinado y deliberado, después de todo, los cristianos de Jaranwala no viven en un solo lugar, sino que están repartidos por toda la ciudad, al igual que las iglesias. Muchas están ocultas o funcionan como iglesias domésticas. Se calcula que más de 20 iglesias fueron destruidas.
Se calcula que más de 20 iglesias fueron atacadas en Jaranwala, Pakistán
Tras hablar con cristianos locales, un colaborador de Puertas Abiertas declaró: "En los lugares donde se quemaron iglesias, los edificios cercanos quedaron intactos. La turba empezó a romper puertas y ventanas, a buscar Biblias y cruces y a destruir todo lo cristiano, incluidas las tumbas de los cementerios. Entraron en casas e iglesias, amontonaron muchas Biblias y les prendieron fuego. Había muchas tapas de Biblias en llamas, muchas todavía ardiendo 30 horas después. Escalaron edificios, derribaron cruces de iglesias, saquearon y destruyeron todo lo que encontraron. Aun así, otros edificios cercanos permanecieron intactos”.
Se cree que un primer grupo corrió a derribar puertas, luego otro siguió empapando las casas, Biblias y armarios con ácido, y después un tercer grupo se llevó electrodomésticos, camas y otras cosas que pudieran venderse. El último grupo vino en busca de todo lo que quedaba atrás. El detonante del ataque fue un caso de blasfemia ampliamente difundido. Dos jóvenes cristianos fueron acusados de arrancar páginas del Corán. A pesar de esconderse, los encontraron y están detenidos.
Se apilaron biblias y se las prendió fuego. Había tantos ejemplares que, incluso después de 30 horas, algunos seguían ardiendo
La situación actual
Las autoridades informaron de que han detenido a más de 125 hombres que creen que participaron en el ataque contra iglesias y hogares cristianos. Un colaborador de Puertas Abiertas declaró: "Muchos cristianos dan testimonio de la protección de Dios. Han visto su gracia y su misericordia. En una tormenta de odio, encontraron refugio. A pesar de haberlo perdido todo, no han perdido su fe en un Rey soberano y protector".
El domingo por la mañana se celebró un culto en Jaranwala al que asistieron cristianos no sólo de la ciudad, sino también de otras partes de Pakistán. Un colaborador de Puertas Abiertas dijo: "El dolor del atentado se reflejaba en sus ojos. Incluso cuatro días después del ataque, el hedor del ácido utilizado para empapar las paredes de las casas y de las aguas residuales seguía pesando en el aire. Había paredes teñidas de negro en los edificios, espacios vacíos en las ventanas, arcos de iglesias rotos, casas devastadas de personas que ya eran pobres y un vacío palpable de lo que había quedado atrás. El dolor llenaba los cánticos y las lágrimas derramadas por el sufrimiento que acababan de pasar. Cristianos deambulaban por las calles".
Apenas cuatro días después del ataque, los cristianos se reunieron en las iglesias destruidas para celebrar el culto juntos
"Nos presentaron a los dueños de las casas donde se habían quemado Biblias y destruido cruces. Serena*, una joven de hermosos ojos brillantes, estaba sentada juntando los pedazos de una cruz. Ella dijo: No conocen nuestro secreto. Su cruz está aquí", señalando su propio corazón. Luego repitió varias veces: "Sé valiente, sé valiente, sé valiente". Cuando escuchó la historia de David y Goliat, sonrió con lágrimas en los ojos y dijo: Sé valiente como David, sé valiente como David, sé valiente como David".
Según un colaborador de Puertas Abiertas, a las 48 horas del atentado se presentaron otros tres casos de blasfemia en Pakistán, dos en Punjab y uno en Sindh. Explicó, desde la experiencia de años de ministerio con pueblos cristianas: "Aunque vemos que muchos cristianos actúan y responden de distintas maneras a los ataques contra iglesias y otros tipos de incidentes, es probable que en las próximas semanas las comunidades y las personas de Jaranwala manifiesten mucho estrés y ansiedad, depresión, pánico, hambre, enfermedad, aumento del consumo de sustancias químicas y otros problemas. Pero permaneceremos aquí con nuestra gente, sirviendo a Dios y lavándoles los pies. Nuestra esperanza es que los cristianos de Pakistán se queden, sirvan y sigan creyendo que Dios traerá justicia, alivio y restauración. Para ello, debemos ser parte de la solución".
*Nombres modificados por motivos de seguridad.
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