Más de 350 cristianos se ven obligados a huir en Níger

Hace poco más de un mes, grupos yihadistas comenzaron a imponer una nueva ley en aldeas en las fronteras de Níger y Burkina Faso en la región de Tillabéri. Intimidaron a las personas en la aldea de La Tapoa y anunciaron que a partir del 16 de abril, todos los jóvenes de 15 años en adelante que se negaran a convertirse al islamismo estarían obligados a pagar la jizya, una multa basada en la sharia, a los radicales que controlan los territorios musulmanes.

La ley fue solo una de las medidas desde que los extremistas tomaron el control de la aldea. Según contactos locales de Puertas Abiertas, todas las aldeas cercanas fueron notificadas de que debían convertirse al islam si querían seguir viviendo en la región, y cualquier persona que no obedeciera esta regla tendría que pagar una multa de 50,000 francos (aproximadamente 80 dólares).

Pero incluso si se paga la multa, aquellos que permanezcan en las aldeas serán obligados a vivir como esclavos. Los yihadistas también se convertirán automáticamente en los propietarios de todas las tierras en la región. Aquellos que no deseen quedarse en la aldea podrán irse, pero solo con la ropa que tengan puesta, sin autorización para llevarse nada de lo que posean.

Forzados a abandonar la aldea

"Los yihadistas nos sacaron de la aldea y nos ordenaron que siguiéramos su religión, pero dijimos que eso nunca sucedería. Entonces exigieron que pagáramos 50.000 francos o deberíamos abandonar la aldea", dijo el pastor Yalitchoi, un testigo local.

Socios locales de Puertas Abiertas confirmaron que hasta ahora los extremistas han estado en otras seis aldeas en la región de Tillabéri para imponer la nueva ley. El 2 de mayo, aproximadamente 357 cristianos comenzaron a huir de las aldeas y ahora viven como desplazados internos en la ciudad de Makalondi y otras partes del interior de Níger. El número de fugitivos sigue creciendo cada día.

Muchos cristianos desplazados internos están viviendo bajo los árboles

"Como fuimos obligados a partir, llegamos aquí sin nada, ni siquiera comida. Es difícil encontrar un lugar para refugiarnos", afirmó el pastor Yalitchoi. Muchos cristianos están viviendo bajo los árboles para protegerse del ardiente sol. Sin embargo, nuestros socios locales informaron que la temporada de lluvias se acerca, lo que hará que la vida sea aún más difícil para los desplazados internos en Níger.

Las condiciones de seguridad en Níger se han vuelto precarias en los últimos años. La violencia extrema afecta a los cristianos en países vecinos como Nigeria, Burkina Faso y Malí en África Subsahariana. Los grupos armados continúan estableciendo bases en la región y llevando a cabo ataques recurrentes. Desde 2017, el gobierno de Níger ha declarado el estado de emergencia en parte del país debido al avance de los extremistas. Los socios locales hacen todo lo posible para monitorear y socorrer a los cristianos locales, pero el acceso a las áreas rurales se ha vuelto cada vez más difícil.

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