Entrenamiento prepara a cristianos para la persecución en China

Este año, un entrenamiento para preparar a los cristianos frente a la persecución, organizado por socios locales de Puertas Abiertas, se llevó a cabo en una ciudad de tradición budista en el suroeste de China. La reunión fue solicitada de manera urgente por una iglesia local. Recientemente, el líder de esa iglesia, Emmanuel*, había sido abordado repetidamente por las autoridades locales, y la iglesia fue allanada, lo que llevó a todos, incluidos niños, a ser interrogados en la comisaría.

Desafíos en el entrenamiento

El entrenamiento enfrentó varios retos y requirió ajustes. Moli*, un socio local y uno de los organizadores, trabajó para desviar a quienes pudieran interferir con la actividad. A pesar de los obstáculos, el entrenamiento se llevó a cabo con éxito.

Sospechas y vigilancia

En la primera mañana del entrenamiento, se les pidió a los participantes que guardaran sus pertenencias personales por motivos de seguridad. Además, los organizadores cambiaron el lugar del entrenamiento, y el primer día transcurrió sin problemas. Sin embargo, el segundo día, Liya*, la encargada del lugar, entró a observar a los participantes. Se acercó deliberadamente para ver la pantalla de una computadora, alegando que quería ofrecer agua a los asistentes, pero también tomó fotos y comentó que encontraba toda la situación muy sospechosa.

Después del almuerzo, cuando la sesión de la tarde estaba por comenzar, Liya regresó y decidió permanecer en la sala de control técnico. A pesar de los pedidos de Moli para que se retirara, ella se negó. En respuesta, Hao inició algunos juegos y luego instruyó a los participantes a dividirse en pequeños grupos y continuar las discusiones en sus habitaciones de hotel. Ese día, fueron necesarios varios ajustes, como acortar el programa por razones de seguridad.

Gracias a Dios, el entrenamiento finalizó sin incidentes. “Estábamos un poco nerviosos, pero estoy agradecido de que todo el evento haya sido un éxito”, recordó Moli. Durante el entrenamiento, además de compartir el material del curso, Hao relató experiencias personales, incluidas detenciones e interrogatorios. También destacó cómo la oración llevó la ayuda de Dios y testificó poderosamente sobre el cuidado divino.

La importancia del entrenamiento

“Escuchar los relatos de Hao de primera mano fue alentador y revitalizante. Al enfrentar la persecución, no se trata solo de cómo respondemos, sino también de cómo volvemos a Dios, oramos y buscamos su dirección y voluntad”, resumió Moli.

Algunos participantes también compartieron sus impresiones después del entrenamiento. “Si hubiera aprendido esto antes, habría sabido cómo manejar la situación y cómo responder cuando las autoridades locales me cuestionaron”, compartió Ali*. “Aprendí a mantener firmes las verdades bíblicas mientras soy flexible al aplicarlas en diferentes situaciones sin miedo”, comentó Xiaoda*.

“Estudiaré más la palabra de Dios y la guardaré en mi corazón para establecer una relación íntima con Él. Pediré a Dios que me dé las palabras adecuadas para hablar cuando enfrente persecución”, reflexionó Chun*.

Nombres modificados por razones de seguridad.

Da un regalo de esperanza

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