De Corea del Norte a los brazos de Dios

La vida de un niño suele estar llena de fantasías como súper héroes, princesas y animales que hablan. En Corea del Norte, los niños y niñas también sueñan despiertos, pero ellos desean honrar a los líderes de la familia Kim.

Dreamer soñaba con ser atleta profesional y darle muchas victorias al país comunista. Sin embargo, sus padres no le permitieron vivir lejos de su familia aún adolescente. Por eso, la joven se contentó con ir a la universidad, pero sus planes cambiaron cuando el dictador Kim II-sung murió.

Hubo una gran crisis económica y no había comida para toda la población. Los alumnos se desmayaban en la sala de clases por falta de alimento y no habían más profesores. Desesperadas, Dreamer y su madre decidieron huir a China en busca de comida y dinero para la familia.

Las norcoreanas intentaron atravesar un rio profundo y agitado, pero solamente Dreamer llegó a tierra firme, pues su madre desapareció con la corriente. La joven quedó sola en un país desconocido, pero recordó a unos tíos que vivian en China. Ella vivió con sus parientes por algún tiempo, pero un primo la denunció a las autoridades de China y ella fue atrapada.

En esa época, Dreamer ya había conocido a Jesús através de un grupo de estudio bíblico. Ella tuvo que huir a las montañas y vivir con un matrimonio de líderes cristianos. Pero en su corazón aún existía mucho resentimiento y deseo de venganza con respecto a sus familiares.

Dreamer tuvo que huir diversas veces y en una de ellas contrajo tuberculosis. A pesar de las dificultades, el Señor fue obrando en su corazón. La cristiana norcoreana pudo refugiarse en Corea del Sur, donde se prepara para volver y compartir sobre Jesús en Corea del Norte. 

“Un dia, cuando llegue el momento, volveré a mi país natal y me dedicaré a los cristianos y a la iglesia. Por encima de todas las cosas, quiero ver venir el Reino de Dios, y que su voluntad sea hecha en Corea del Norte”, declaró la cristiana Dreamer.

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