Puertas Abiertas • 27 jul. 2021
Levanta un clamor por Amin, y por todos los otros cristianos que sufren persecución en Irán.
En una pequeña y discreta sala de estar de Irán, Amin* solía reunirse con otros creyentes para hablar, orar y compartir en comunidad. Para Amin, la comunión era algo hermoso. Para las autoridades, era un delito.
En un país fuertemente opuesto al cristianismo, Amin creció en la fe y en su amor por Cristo, llegando a ser el líder de su iglesia doméstica. Pero la fe de Amin tuvo un precio. La primera vez que la policía secreta descubrió su ministerio, fue arrestado, amenazado, torturado y encerrado entre rejas. "No cometí ningún crimen para merecer esto, todo lo que hice fue entregar mi corazón a Jesús. Comparte el cristiano.
Cuando la unica opción es huir
A pesar de los años en prisión, Amin no se desanimó. Tras su puesta en libertad, continuó con su ministerio y la iglesia en su casa. Pero cuando la policía secreta volvió a seguirle la pista, Amin no vio otra opción que abandonar su país y huir a Turquía. En Turquía, Amin no conocía a nadie. Nadie hablaba su idioma. No sabía a dónde podía acudir en busca de ayuda. No había un lugar seguro para un refugiado como él.
"Tenía una especie de miedo, mezclado con tristeza y confusión", recuerda Amin. "Lo perdí todo. Mi trabajo, mi familia, mi país". Estaba sin las necesidades básicas. Sin un lugar seguro. Obligado a forjar su propio camino sin ayuda.
Un lugar al cual acudir
En la actualidad, Amin quiere asegurarse de que otros cristianos que huyen para salvar su vida tengan un lugar al cual acudir para recibir la ayuda que necesitan desesperadamente.
Su sueño es crear un espacio seguro donde otros refugiados puedan recibir el apoyo espiritual, emocional y práctico que necesitan: una biblioteca llena de libros en su propio idioma, una sala para la formación cristiana, un café para que los creyentes se reúnan tomando una taza de té y reciban asesoramiento, y un lugar donde recibir ayuda de emergencia.
El sueño de Amin se está haciendo realidad. Junto con su iglesia local, ha estado trabajando para establecer un centro comunitario que se convierta en un lugar para servir a los que más lo necesitan. Esto sólo es posible gracias al generoso apoyo de personas como tu, que oran y donan por el bienestar de nuestros hermanos que sufren.
Amin nos comparte: "Sin la familia de Cristo alrededor del mundo, no habríamos podido establecer este centro. Siento que la mano de Dios estuvo en esto. Estoy deseando ver lo que Dios va a hacer aquí, ver los frutos de este centro. Todo para glorificar el nombre de nuestro Dios".
Cuando los cristianos perseguidos se ven obligados a huir para salvar su vida, tu apoyo puede garantizar que reciban lo que necesitan para sobrevivir.
*Nombre alterado por motivos de seguridad.
Peticiones de oración
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