Padre e hijo sirven a Cristo en Cuba

Esta semana contamos el como comenzó la historia del Pastor Angel y su padre en Cuba. Como muchos líderes cristianos, dedicaron sus vidas a compartir el Evangelio y se mantuvieron firmes ante las recurrentes amenazas del gobierno comunista. Ángel estaba ingresando en la escuela primaria cuando su padre fue detenido por el gobierno cubano.

"La comida escaseaba y teníamos poca ropa, pero lo que más me molestaba era el acoso que sufría en la escuela por ser cristiano. Mis compañeros sabían que mi padre estaba en el campo de trabajos forzados por ser pastor. Algunos profesores no sólo se unían a las burlas, sino que también me golpeaban. Fui sometido a duros castigos. Era insoportable. Fue en este contexto en el que crecí", dijo Ángel.

En 1968, el gobierno desmanteló los campos de trabajo forzado y liberó a los presos. Ángel y su madre fueron a recibir a su padre en cuanto se enteraron. "Estaba barbudo, delgado, llevaba un uniforme verde, sucio y maloliente. El sufrimiento era visible en su rostro. Los hombres que lo acompañaban caminaban despacio, con semblante triste. No reconocí a mi padre. Sólo cuando me abrazó supe que era él. Es el primer recuerdo que tengo de él", afirma Ángel.

Futuro incierto

La familia encontró refugio en un seminario, donde el padre de Ángel fue contratado como administrador. Había mucha incertidumbre sobre el futuro de la iglesia, pero se mantenía la certeza de que el gobierno planeaba controlar o suprimir las actividades religiosas en Cuba. Muchos líderes cristianos y misioneros extranjeros fueron expulsados del país, pero los que se quedaron continuaron su misión, aislados de la comunidad cristiana mundial.

Debido al contexto en el que creció, Ángel no quiso involucrarse en el trabajo misionero para no causar dolor a los miembros de su familia y tener una carrera que les sacara de la pobreza. Pero Dios tenía otros planes para él. "Aquí estoy, sirviendo como ministro del Señor para predicar la buena nueva en zonas rurales y ciudades. En todas las iglesias por las que pasé Dios nos protegió", declara el pastor.

El año 2022 fue difícil para Ángel y su familia, con muchas restricciones y pruebas, pero "después de 40 años como pastor, aprendí que hay que afrontar los retos y las tribulaciones con valentía y confianza en Dios", concluyó el pastor Ángel. En 1992, el gobierno cubano suavizó algunas restricciones, lo que permitió la reapertura de algunas iglesias y la reactivación de algunas organizaciones benéficas cristianas. Aun así, la libertad religiosa sigue estando lejos. Los cristianos denuncian violaciones de derechos humanos, acoso y persecución por parte de las autoridades, y necesitan el apoyo en oración de la Iglesia en Latinoamérica.

Fortalece a los cristianos perseguidos

La tarea de Puertas Abiertas es escuchar, acoger y fortalecer a los cristianos perseguidos. Para que esta obra siga llegando a cristianos como el pastor Ángel, necesitamos tu ayuda. Con una donación de cualquier cantidad, ayudas a enviar Biblias y alimentos allí donde las necesidades de la Iglesia perseguida son más urgentes.