Puertas Abiertas • 14 sep. 2022
Soy* enfrenta fuerte persecución desde su conversión
En un pueblo remoto de Laos, una adolescente cristiana fue arrestada por su fe con tan solo 14 años. En el país, una persona es considerada mayor de edad a partir de los 15 años; sin embargo, Soy* (seudónimo) fue detenida cuando aún era una menor.
Ninguna de estas presiones la hicieron desistir de su decisión de seguir a Jesús; a pesar del rechazo y la persecución que recibió de la comunidad.
Soy es segunda de tres hijos y fue la segunda en aceptar a Jesús en su familia, después de su hermana mayor. Al recordar el incidente que tuvo lugar en diciembre de 2019, día que fue arrestada por causa de su fe junto con otros 14 cristianos, se le quiebra la voz y se le caen las lágrimas.
“En el momento en que nos subieron a la camioneta, sentí mucho miedo. No quería ir a prisión. Tenía miedo de que no nos dejaran salir nunca más”. Soy tenía solo 14 años en ese momento y se había acabado de convertir, cuando la policía la arrestó. Era la más joven entre todos los prisioneros del recinto.
Cuando llegaron a la prisión, un policía les pidió que dejaran de practicar el cristianismo. "Dijeron: Si dejan de seguir a Jesús, los dejaremos ir a casa. Así que nos dieron un papel donde teníamos que firmar que estábamos negando nuestra fe. Pero, ninguno de nosotros firmó, y por eso, nos encerraron”.
Soy le entregó su vida al Señor después de ser rescatada del poder de un espíritu maligno. Ese espíritu era adorado en su pueblo y era conocido como Pii Katai. Desde la infancia, el espíritu posee a un miembro de la familia por generación. La persona - generalmente una niña- se convierte en la “ofrenda” de la familia. En la familia de Soy, la hermana mayor fue la primera “ofrenda”. Pero al convertirse al cristianismo, el espíritu maligno la dejó. Por ello, la siguiente en la familia era Soy y ésta fue poseída.
“Ya no quería estar bajo la influencia de Pii Katai. Un día mi primo vino a visitarnos y me habló de Cristo. Si crees en Jesús, todos tus pecados te serán perdonados. Serás libre del poder del espíritu maligno, tal como lo fue tu hermana’.
Una vida transformada
Antes de que la hermana de Soy se convirtiera, pasaba días llorando por el impacto del espíritu maligno en ella. Pero al entregarse a Cristo, su vida cambió. “Mi primo agregó: ‘Quiero que tú también creas en Jesús para que Él te proteja y te libre de las garras del espíritu maligno. Además, cuando mueras, no irás al infierno. Al contrario, tendrás vida eterna con Jesucristo en el cielo. Después de aceptar a Jesús, me sentí como una persona normal. ¡Mi corazón y mi alma fueron completamente sanados! Sin embargo, mi felicidad se hizo añicos debido a la severa persecución. Mis amigos y primos no cristianos me odian y me dicen cosas malas”.
El abandono de las prácticas y creencias religiosas del pueblo tuvo un alto precio para Soy, particularmente, porque sus padres y otros hermanos también se convirtieron en seguidores de Cristo. Prácticamente todas las personas que Soy ama comenzaron a rechazarla y a burlarse de ella.
Con lágrimas en los ojos, ella continúa: “No sé por qué odian tanto a los cristianos. En ese momento, estábamos construyendo una casa. Mientras trabajaba, la gente pasaba y se reía, se burlaba y me acosaba. Deja de construir esa casa. ¡Eres cristiana! Pronto te verás obligada a abandonar el pueblo. ¡Este lugar no recibe bien a los cristianos! ¡No perteneces a este lugar! ¡Lárgate y anda para el lugar donde los cristianos se encuentran!”
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Ayuda a los cristianos perseguidos
Los cristianos en diversas partes del mundo son perseguidos, arrestados y atacados por causa de su fe en Cristo. Ellos necesitan atención médica, alimentos, un techo donde vivir, etc. Con una donación, te aseguras de que reciban la ayuda que necesitan.
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