Grupo de cristianos visita a sobrevivientes del ataque de Jaranwala

La cristiana Soorya ha formado un equipo que se dedica a tiempo completo a visitar a los sobrevivientes del atentado en Jaranwala, Pakistán. En agosto de 2023, miles de personas se unieron para atacar barrios donde vivían cristianos. Por eso es tan importante el trabajo de acompañar a los sobrevivientes con atención postraumática y ayuda de emergencia en Pakistán.

Cada visita es una chispa de esperanza para nuestros hermanos y hermanas en la fe. "En una mañana, visitamos 27 casas y hablamos con ellos [los sobrevivientes]. Nos dividimos en pequeños grupos, pero estuvimos vigilantes para garantizar la seguridad de todos", dice Soorya. Cada casa cristiana que visitamos está rodeada de casas de familias musulmanas. Mientras los cristianos celebraban nuestra llegada, la comunidad local ansiaba que nos fuéramos.

"Pensábamos que nos habían olvidado"

"Nadie había venido a vernos antes, son los primeros cristianos que vemos. Pensábamos que nos habían olvidado", era un dicho común entre las familias que visitamos. Sharam*, un cristiano de 60 años, estaba entusiasmado por compartir su testimonio con nosotros. "Estoy enfermo. Mi mujer está débil. No podemos ir a ninguna parte. Nos quedamos escondidos. No huimos", dice Sharam.

"Mi vecino se ofreció a llevarme a mí, a mi esposa y a mis hijos, pero yo sabía que él tenía su propia familia a la que cuidar. Así que me quedé. Cuando otros se enteraron de que nos quedábamos, dejaron a sus parientes ancianos con nosotros. Todos nos escondimos en la habitación trasera de la casa y oramos. Sabíamos que nuestros familiares que habían huido también oraban por nosotros", añade.

Como no había bebés en el grupo escondido, a Sharam no le preocupaba el llanto de los niños, pero el simple sonido de la respiración de cada persona sonaba como una gran explosión en las mentes de los cristianos refugiados. "Intentamos que los latidos fueran tan silenciosos como un susurro, para que nadie pudiera oírlos. Al principio fue fácil, pero cuando el humo empezó a subir, se hizo más difícil. Aún así, de alguna manera Dios nos sostuvo", dijo Sharam.

Compartiendo las cargas

Mientras contaba su testimonio, Sharam abrazó a su vecino, Abraham, un cristiano de 80 años. Se escondieron juntos. Un joven con parálisis cerebral y su madre, Suraya Bibi*, también se quedaron allí. La mujer cristiana ya estaba enferma y cansada antes del ataque, siempre dedicada a cuidar de su hijo. El humo agravó aún más sus problemas de salud y se sumó al pánico causado por la violencia de aquel día.

Biblia quemada en una de las casas destruidas en Jaranwala

"Recientemente, su salud empeoró. El trauma se intensificó cuando vio la casa donde vivía y que no quedaba ni rastro de la vida que había construido allí. Todo esto afectó su memoria y su salud emocional", dijo Abraham. Este cristiano de 80 años cuida de su prima, que también tiene problemas de salud y necesita ayuda para comer y realizar las actividades básicas de la vida diaria.

El Equipo de la Esperanza, nombre del grupo de cristianos que se ocupa de la atención médica y postraumática de los sobrevivientes, consiguió movilizar a cuidadores para que visitaran a Suraya Bibi, a su hijo, a Abraham y a su primo, con el fin de aligerar la carga de los cuidados y ofrecer a todos esperanza, alegría y comunión en Cristo.

La esposa de Soorya dice que su esposo siempre vuelve con una "joya" de las visitas, porque cada testimonio y cada familia ayudada es como una joya preciosa para el camino de la pareja con Cristo. La fe de cada sobreviviente demuestra que Dios los ha sostenido incluso en medio de una habitación llena de humo o en los campos de caña de azúcar infestados de mosquitos. Soorya vuelve a casa con lágrimas en los ojos y cansada cada noche. Pero por la mañana se levanta entusiasmado por ir una vez más a servir y amar a nuestros hermanos y hermanas en la fe en Pakistán. "Jesús ha acompañado a nuestro equipo cada día. Jesús está con su pueblo. Dios no ha escondido su rostro de la gente. Jaranwala, Dios te ama", concluye Soorya.

*Nombres modificados por motivos de seguridad.

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