Cristiana encuentra cura y esperanza en Nigeria

Bethany* ha vivido retos que muchas personas no podrían soportar. Mary*, la hija de Bethany, fue secuestrada en un ataque de extremistas fulani en el noroeste de Nigeria. La joven y otras tres mujeres permanecieron cautivas 54 días, durante los cuales sufrieron repetidos abusos sexuales, según un testimonio publicado en la Revista Puertas Abiertas en junio de este año.

Para liberar a su hija, Bethany pagó un precio muy alto que se llevó todos los ahorros de la familia. La alegría de recuperar a su hija duró poco. Mary enfermó y murió pocos meses después. Poco después, la propia Bethany fue secuestrada mientras trabajaba en el campo: "La vida en manos de secuestradores es una experiencia que nunca olvidaré. Lo único que podía hacer era llorar día y noche y pedir a Dios que me rescatara. Sentí el dolor que sintió mi hija María cuando la secuestraron el año pasado", cuenta la cristiana.

"No dejaba de preguntarme ¿por qué a mí? Seguía sufriendo por los abusos sexuales que esos hombres crueles cometieron contra mi hija, y luego el dolor de perderla cuando creía que había llegado el momento de que Dios secara mis lágrimas. Estos acontecimientos me dejaron con el corazón roto y sin esperanza.” Observa el siguiente video para descubrir cuál fue la reacción de Bethany al recibir su casa.

El dolor no es el final

Tras un mes con los secuestradores, Bethany fue liberada. Las cicatrices de los terribles actos a los que fue sometida permanecen. Ésta podría ser sólo otra triste historia de persecución de cristianos en el África subsahariana, la región más violenta y mortífera para los seguidores de Jesús en la Lista Mundial de Persecución 2023. Pero la historia de Bethany no termina así.

La cristiana está llena de gratitud por el apoyo y las oraciones de los cristianos de todo el mundo. "No pensaba que hoy estaría viva". Los socios locales de Puertas Abiertas la siguen de cerca para ayudarla con los cuidados posteriores al trauma. "Recuerdo cuando mi hija participó en el proyecto de atención postraumática. Volvió llena de esperanza y amor. Todos en nuestra comunidad comentaban lo mucho que había cambiado", dice Bethany.

A través de la atención postraumática, Bethany volvió a encontrar la esperanza. "El tiempo que pasé en el centro me dio esperanza, alegría y confianza en el amor que Dios me tiene. Estas enseñanzas son muy prácticas. Sentí que el programa se había hecho específicamente para mí. Escuchar a las otras mujeres contar sus historias me ayudó a saber que no estoy sola", afirma.

Una de las partes del proyecto es una sesión en la que las mujeres se reúnen, juntan todo lo que es una carga para ellas y con un alfiler lo fijan a una cruz que nuestras compañeras colocan en el espacio. Esta actividad fue muy significativa para Bethany como una forma de representar el acto de dejar nuestras cargas en la cruz, al cuidado de Jesús, y así descansar.

Descansar en Jesús

"La mejor parte del programa fue llevar mis penas a la cruz. Dejar todo lo que me entristecía a los pies de Jesús me trajo paz y alegría". La cristiana está agradecida por haber encontrado este lugar de cura y paz a través del proyecto en Nigeria que ayudan a apoyar.

"Doy gracias a Dios por permitirnos ayudar a reparar corazones rotos. Recuerdo cuando mi hija volvía de este lugar. No tenía ni idea de que un día yo estaría aquí, viviendo la misma experiencia. Si no hubiera sido por el proyecto de postratamiento, no sé si hoy estaría viva. Quizá me habría quitado la vida por el dolor insoportable que sentía. Pero Dios no terminó su obra conmigo. Gracias".

Poco antes de morir, María planeó dar una sorpresa a su madre. Compró un terreno y quería ofrecer a la familia una casa para vivir. A pesar de la repentina muerte de la cristiana, los socios locales continuaron el proyecto y el sueño de Mary se hizo realidad. Hace poco visitó la nueva casa y, al ver la sorpresa, alabó a Dios profundamente emocionada. Te damos las gracias, querido socio, que has hecho posible aliviar el dolor de nuestra hermana en la fe y ayudarla en su urgente necesidad.

*Nombres ficticios por motivos de seguridad

Despierta África

El 26 de mayo de 2024 lanzaremos un grito por el África subsahariana, la región más letal para los cristianos, en el Domingo de la Iglesia Perseguida (DIP 2024). Ayuda en oración a cristianos como Bethany que necesitan urgentemente nuestra ayuda. Inscribe ya a tu iglesia.