Puertas Abiertas • 6 sep. 2021
Gracias al apoyo de los líderes cristianos y de los socios de Puertas Abiertas, Mariayamu ha comenzado una nueva vida.
La opresión islámica se ha convertido en el tipo de persecución más dominante en Nigeria, especialmente después de la intensificación de la violencia instigada por el grupo militante islámico Boko Haram. La violación se utiliza a menudo como arma de persecución por parte de los militantes Fulani, Boko Haram y otros extremistas islámicos.
Las mujeres y las niñas son secuestradas y forzadas a la esclavitud sexual o forzadas a casarse con hombres musulmanes. Los hombres y niños cristianos son objetivos particulares del Boko Haram. Los que sobreviven pueden ser secuestrados y forzados a luchar entre ellos mismos, incluyendo niños que son reclutados a la fuerza como niños soldados o posibles terroristas suicidas.
Esperanza en medio del dolor
Cuando Boko Haram atacó su aldea, el esposo de Mariayamu le dijo que cogiera a los niños y escapara al monte y que él se quedaría. Debido a un problema físico, el cristiano no tenía condiciones para correr con ellos. "Pasamos la noche en el monte, a la mañana siguiente tuve que dejar a mis hijos e ir en busca de mi esposo, fue muy difícil llegar a la aldea y descubrir lo que había acontecido", cuenta Mariayamu.
A la mañana siguiente, Mariayamu regreso a la aldea, después de encontrar el cuerpo de su esposo sin vida, pidió la ayuda de algunos jóvenes para recoger su cuerpo. Los jóvenes se llevaron sus restos, lo enterraron y luego ella volvió al monte con sus hijos. "Tuvimos que permanecer en el monte por siete días más, poco a poco nos íbamos acercando a la aldea", dice Mariayamu
Finalmente, consideró seguro regresar a la aldea y junto a sus hijos la cristiana se ubicó en su casa nuevamente. Mariayamu comenzó un largo proceso de cura y recuperación. Cuando se le pregunta por qué Boko Haram está tan empeñado en matar, Mariayamu dice: "Para mí, el diablo se ha apoderado de ellos y se han entregado totalmente a su liderazgo".
La cristiana recibió asesoramiento de trauma a través de un proyecto local de Puertas Abiertas. Gracias al asesoramiento Mariayamu volvió a encontrar la esperanza. "Me di cuenta de que llorar todo el día no es la solución ni el camino a seguir. Las enseñanzas me han reconfortado", dice la viuda. Mariayamu sigue fielmente al Señor y confía en que Él proveerá para su familia y cuidara de sus hijos como un excelente padre. "Jesús es mi Salvador. Él es capaz de librarme de cualquier calamidad", añade.
Ayuda de emergencia para las viudas de Nigeria
La historia de Amina es muy común entre los cristianos de Nigeria. Para que puedan resistir la presión y la violencia, necesitan la oración y el apoyo de los hermanos y hermanas de todo el mundo. Ayuda a viudas de Nigeria para que tengan comida, vivienda y sus hijos tengan la oportunidad de estudiar. Sé un canal de la providencia de Dios.
Peticiones de oración
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