Valor en tiempos de dificultad

Jasmaya Ramtel* Es una cristiana de Nepal que recibió ayuda de emergencia durante la segunda oleada del COVID-19 en el país. Como ella, otros cristianos también se han beneficiado con las donaciones de nuestros socios de América Latina. Uno de ellos es la cristiana Rani Karki*. El año pasado, su esposo murió a causa del COVID-19. Desde entonces, se ha quedado con su hijo y su nuera.

"Mi hijo sigue sin tener un trabajo fijo y no hay ingresos fijos para mi familia. Estábamos pasando por un momento muy difícil. En medio de esto, los socios de Puertas Abiertas se entraron en contacto con nosotros y nos dieron suministros. Este es el amor de Dios por sus hijos. Esta ayuda de emergencia trajo alegría a nuestra familia y estoy agradecida a Dios y a su pueblo. Siempre oraré por ellos", explica.

Saili KC* vive con su esposo. Están esperando un bebé que llegará pronto. Debido a la cuarentena, su marido perdió el trabajo y pasaron apuros económicos. "Como estoy embarazada, necesito tener suficiente comida para que el bebé se mantenga sano. Teníamos miedo porque nuestra comida era muy limitada. Así que le pedimos a Dios que nos cuidara y él nos envió suministros a través de los socios de Puertas Abiertas. Creemos que es una bendición de Dios. Le doy las gracias a él y también a los socios de Puertas Abiertas que nos ayudaron y animaron en los momentos difíciles", comparte.

Rabi Magar es taxista. Su esposa y sus hijos dependen de él, ya que es el único sostén de la familia. El cristiano nos cuenta que durante la primera oleada del coronavirus en Nepal enfrentaron grandes obstáculos familiares y económicos. Pero poco a poco, la propagación del virus fue controlada y el miedo disminuyó. Todo el mundo volvió a trabajar y a esperar que la situación volviera pronto a la normalidad. Para consternación de todos, la segunda oleada del coronavirus llegó al país y fue peor y más alarmante que la primera.

Para controlar esto, el gobierno impuso cierres, y los pobres, como Rabi, sufrieron porque no tenían ahorros. "Mi familia atravesó una crisis económica y tuve que dejar de trabajar. No podíamos hacer otra cosa que orar. Como respuesta, Dios envió a su pueblo con la ayuda. Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a los socios de Puertas Abiertas por la ayuda prestada en estos difíciles momentos. Fue de gran apoyo en nuestras angustias y preocupaciones. Alabo a Dios por su cuidado y provisión".

*Nombres alterados por razones de seguridad.

¡Apoya a los cristinaos que enfrentan la pandemia! 

Gracias a las intercesiones y contribuciones de hermanos y hermanas de todo el mundo, Puertas Abiertas está ayudando a la Iglesia Perseguida durante la pandemia del COVID-19.

Con cada ayuda, nuestro corazón se alegra de ser la respuesta a la oración de alguien y de que estamos fortaleciendo una chispa del amor de Dios en los pueblos más lejanos. Aún queda mucho por hacer en este momento de vulnerabilidad social, pero sabemos que Dios dará más recursos para ayudar a los cristianos necesitados. ¡Donar ahora!