‘Quiero ser reconocida como cristiana’, dice cristiana en Malasia

Muchos cristianos en Malasia, a pesar de haber nacido en un hogar cristiano y practicar la fe en Jesús, reciben otro estatus religioso en sus documentos debido al gobierno. Jane (seudónimo) ha enfrentado este dilema durante 20 años, y ahora que tiene hijos, le preocupa que enfrenten el mismo desafío. 
 
Jane tenía una vida sencilla en la zona rural de Malasia. Caminaba descalza mientras jugaba con las gallinas en el patio trasero de su casa y no tenía idea ni idea sobre sus derechos como individuo ni sobre la sociedad y cómo es formada. Jane fue criada por su tía y su tío, ya que sus padres no podían permitirse el lujo de cuidar de ella y sus hermanos. “Mis hermanos y yo nos bautizamos muy jóvenes, con la autorización de mis padres. La vida parecía simple y éramos felices”, dijo Jane. 
 
Un viaje incansable 
 
Debido a problemas económicos, el padre de Jane pidió un préstamo a unos amigos con la condición de que toda la familia se convirtiera al islam. Sin notificar a su esposa e hijos, hizo el trato y toda la familia fue registrada como musulmana. Al final, los problemas financieros persistieron y Jane comenzó una lucha para probar su fe como cristiana.  
 
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Ya en edad adulta, Jane tuvo que ir al departamento de asuntos religiosos, y cuando solicitó el cambio, el asistente gritó: "Por ley eres musulmana, no hay nada que puedas hacer". Incluso el certificado de bautismo de Jane no fue suficiente para probar que ella era cristiana. “He ido a las oficinas de asunto religiosos varias veces para tratar de cambiar los documentos, pero hasta ahora nada. Conozco a todos los empleados y el protocolo requerido. A pesar del cambio de administración, la respuesta que obtengo es siempre la misma”, comparte.  
 
De hecho, han pasado 20 años entre las idas y venidas a las oficinas. Ahora los hijos de Jane sufren por causa de la decisión de su abuelo. A pesar de la dificultad, Jane no se da por vencida. “Ahora tengo 53 años, pero continúo creyendo que conseguiré probar mis derechos. Tengo todos los documentos necesarios y tengo el sueño de ser conocida y reconocida como cristiana ante el gobierno de mi país. Les pido que oren por mí y mi familia para que mis hijos tengan la libertad de elegir su religión”, concluye Jane. 
 
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Defiende los derechos de los cristianos 

 
A diferencia de Jane, muchos cristianos en el sur de Asia no conocen sus derechos como individuo. Esta falta de conocimiento facilita los interrogatorios inapropiados, la tortura y el encarcelamiento injusto. Tu donación ayuda a cristianos perseguidos a participar en capacitaciones para que sepan defenderse.