Policía invade iglesia en Nicaragua

Federico* apretó los puños y se arrodilló para orar, con lágrimas corriendo por su rostro, mientras la policía irrumpía en su iglesia. No era la primera vez que sentía el peso de la represión, pero sí la más dolorosa. El evento anual que él y otros líderes de la iglesia habían pasado meses organizando en 2021, un encuentro para cientos de jóvenes de toda Nicaragua para celebrar la fe cristiana, fue abruptamente cancelado por la policía.

Desde su infancia, Federico encontró consuelo en la fe en medio de las dificultades familiares y la violencia a su alrededor. Con un padre y un hermano alcohólicos, temía terminar con el mismo destino, pero un encuentro con Dios a los nueve años cambió su vida para siempre. Ahora, el refugio que transformó su vida está bajo ataque.

Un comité barrial, aliado al régimen nicaragüense, había alertado a las autoridades sobre la reunión. “Alegaron que no teníamos permiso para el evento, aunque seguimos las recomendaciones de las autoridades para reducir el número de participantes”, cuenta. Para Federico, la situación no solo es injusta, sino también una clara violación de la libertad religiosa y de expresión de todos los jóvenes cristianos que participaban.

Pastores arrestados

Desde el levantamiento social en 2018, cuando miles de personas protestaron contra el gobierno del presidente Daniel Ortega, la represión se ha intensificado. “La falta de libertad de expresión, las restricciones de movimiento y, sobre todo, los ataques contra iglesias, universidades y organizaciones sin fines de lucro son frustrantes. Es desalentador no poder seguir mi carrera y ver cómo las oportunidades de crecimiento desaparecen”, explica Federico.

La frustración del joven cristiano es compartida por líderes cristianos en toda Nicaragua. Kevin*, pastor por más de una década, afirma que la represión política y los obstáculos legales han hecho que sea más difícil establecer y sostener iglesias, afectando tanto el desarrollo espiritual como profesional.

Según Kevin, “el gobierno está silenciando nuestras voces”. Lo sabe por experiencia propia, ya que fue arrestado después de que Daniel Ortega regresara al poder en 2007. Desde entonces, la represión política solo ha empeorado. Solo en 2024, Puertas Abiertas registró más de 500 incidentes de persecución. Alarmantemente, el 60% de estos casos involucraron ataques, cierres o confiscación de iglesias y propiedades cristianas por motivos de fe.

Según Puertas Abiertas, la represión en Nicaragua ha alcanzado niveles alarmantes. La Lista Mundial de la Persecución 2025 clasifica a Nicaragua como el segundo país más peligroso para los cristianos en América Latina y el número 30 a nivel mundial en términos de persecución religiosa.

Nombres cambiados por seguridad.

Fortalece a líderes cristianos en América Latina

Para resistir la presión y la violencia, los líderes de iglesias en América Latina necesitan estar preparados para responder bíblicamente a la persecución. Haz una donación y permite que pastores y líderes cristianos en la región reciban capacitación.