Puertas Abiertas • 9 jun. 2024
Ser pastor en Bangladesh es correr el riesgo de ser agredido por radicales religiosos.
En Bangladesh, algunas personas piensan que los pastores tienen mucho dinero por recibir apoyo de organizaciones internacionales. Por eso, muchos amenazan a los líderes cristianos para recibir dinero a cambio. En abril, el pastor Mijanur* fue golpeado por jóvenes radicales musulmanes en el camino de la iglesia a su casa. El líder cristiano notó que estaba siendo seguido por un grupo de jóvenes, fue abordado y arrastrado a una escuela vacía. Le quitaron el celular al pastor Mijanur y exigieron que les diera todo su dinero. "Les dije que soy cristiano, pero soy un hombre pobre. No tengo dinero. Pero no me creyeron. Me presionaron, me golpearon y patearon, y me pidieron que llamara a mi jefe para pedir dinero", testifica.
Tan pronto como el jefe del pastor Mijanur colgó el teléfono, llamó a la esposa del líder cristiano y le contó lo que estaba sucediendo. Entonces, algunos miembros de la iglesia fueron a la escuela para rescatar a su líder. El pastor fue liberado, pero fue amenazado de muerte si buscaba a la policía. Los agresores dijeron: "Si reclamas con la policía, recuerda que ellos no te protegerán todo el tiempo y no podrás escapar de nuestras manos. La proxima vez te mataremos. No lo olvides".
Persecución pública
El pastor Sarkar* también fue golpeado por radicales musulmanes en Bangladesh. El líder cristiano fue agredido públicamente en un mercado cuando compartía el evangelio con algunos musulmanes que había conocido. Pero esta no fue la primera vez que enfrentó hostilidad por causa de Jesús.
En 2012, fue expulsado de su casa por dejar el islam para seguir a Cristo. "Cuando compartí la noticia de mi conversión con mi familia, todos se enojaron mucho y trataron de influenciarme. Pero no funcionó, y comenzaron a torturarme mentalmente y, gradualmente, me impidieron comer. En un momento, me torturaron físicamente y me golpearon y amenazaron con matarme si no renunciaba a la fe", explica.
A pesar de ser perseguido, insultado y maltratado, el líder cristiano no ha dejado de predicar el evangelio y servir a los cristianos locales. "Amo compartir el evangelio y contarles a las personas las buenas nuevas de la salvación. Creo que esto es muy importante para todos ellos", concluye.
*Nombres cambiados por seguridad.
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