Niños refugiados reciben juguetes en Gaza

Hace algunos días, niños refugiados recibieron una alegre sorpresa. El pasado miércoles 31 de enero, los pequeños que están refugiados en iglesias de la ciudad de Gaza recibieron regalos a través de contactos locales de Puertas Abiertas.

Después de tantos bombardeos y noches sin dormir, los niños de entre uno y diez años pudieron disfrutar de este feliz momento, de recordar que siguen siendo niños y de la alegría de jugar con los regalos. "Esta semana, las iglesias trajeron y distribuyeron juguetes a los niños", afirma un contacto local que no vive en Gaza, pero que se comunica frecuentemente con los cristianos locales.

Niño recibiendo un juguete de la iglesia de Gaza

Desde que se intensificó la guerra entre Israel y el grupo extremista Hamás en Palestina, las familias cristianas se han refugiado en dos grandes iglesias de la ciudad de Gaza. La situación en las dos iglesias es complicada, con cientos de familias conviviendo temporalmente.

Casi todos los cristianos de Gaza, unas 1.070 personas, han buscado refugio en las iglesias. En las últimas semanas, la situación en torno a las iglesias ha mejorado un poco: "La gente ha podido salir de las iglesias durante unas horas para realizar las actividades que necesitan. [El 29 de enero], los combates volvieron a estar muy cerca de la iglesia".

El ejército israelí ordenó a los habitantes de algunas zonas de la Franja de Gaza que abandonaran el sur, pero a los cristianos locales no se les dijo que lo hicieran. "Esto es algo positivo. La gente está contenta de quedarse aquí. Ven la iglesia como un oasis para los cristianos".

El responsable de una de las iglesias dijo que los juguetes son una ayuda extra, además del agua potable y los alimentos que se han entregado a los refugiados. "Las personas están desanimadas. Algunos siguen realizando reuniones y cultos de oración, pero es muy difícil", afirma.

Los regalos recordaron a los niños la alegría de jugar, olvidada durante la guerra

Algunos cristianos han conseguido abandonar la Franja de Gaza y emigrar a otros lugares. El responsable cuenta que esto también está ocurriendo en Cisjordania. "En la zona donde vivo, entre 25 y 30 familias se han marchado, la mayoría a Canadá y Australia", afirma. Aunque la situación en Cisjordania es bastante diferente de lo que ocurre en Gaza, la gente emigra porque no hay trabajo desde que Israel cerró las fronteras, por lo que no tienen perspectivas de futuro allí.

Puertas Abiertas pide a la comunidad cristiana mundial que ore por los cientos de cristianos refugiados en los edificios, que siguen confiando en Dios y se sienten alentados por la intercesión. Ora también por los niños que no pueden jugar como antes ni ir a la escuela, por los padres que no pueden hacer frente al trauma del conflicto y para que se restablezca la paz en Israel y los Territorios Palestinos.