Recordar el ataque de su aldea le lleva a las lágrimas a Lorena, pero su Fe en Dios permanece (foto representativa)
Lorena* es una de las miles mujeres desplazadas en el norte de Mozambique. Su esposo, junto con otros hombres, fue asesinado violentamente cuando los insurgentes llegaron a su aldea. Ella y los sobrevivientes de la familia huyeron a otra ciudad casi sin nada.
A principio del año 2021, supuestos miembros del grupo yihadista Al-Shabaab atacaron la aldea de pescadores donde vivía Lorena. Todos fueron tomados por sorpresa cuando los insurgentes atacaron. Los hombres estaban pescando y las mujeres junto con los niños estaban en la aldea haciendo sus tareas.
Los insurgentes no mataron a las mujeres ni a los niños, sino que actuaron de una manera torturante. Las obligaron a presenciar el asesinato de sus esposos, padres y hermanos. El incidente, no solo dejó a Lorena sobrecargada con gente para cuidar y alimentar, sino que la dejó emocionalmente herida.
Después de muchos meses, recordar el ataque de su aldea lleva a Lorena a las lágrimas. Pero su Fe en Dios permanece. "No confío en nadie más, solo en Dios y en Jesucristo. Porque Él no me dejó. Él nos mantiene a mí y a mi familia, por eso aún estamos vivos".
Durante la caminada por el bosque, huyendo del grupo criminal, Lorena pasó 22 días sin comer. Pero se aferró a su Fe y pensaba todo momento que sus hijos la necesitaban. Hoy, Lorena dice que tiene paz donde está, puede dormir bien y descansar. Ella y su familia forman parte de las 4.000 personas desplazadas que Puertas Abiertas apoyó con ayuda emergencial en 2021.
Apoyo Continuo
En 2021, Puertas Abiertas entregó ayuda emergencial casi a 4.000 personas desplazadas en Mozambique. En asociación con la iglesia local, proveyeron alimentos, biblias, utensilios de cocina, ropa de cama y otros artículos que satisfacen las necesidades básicas.
Lorena, junto con muchos más cristianos en el norte de Mozambique, necesita ayuda continua, particularmente apoyo emocional, para sobrevivir, e incluso prosperar, a pesar de la creciente persecución. La mayoría de las personas están con traumas y no pueden hacer frente a la violencia dirigida.
Lorena permanece arraigada en Cristo. "Mi relación con Dios va bien. Leo la Biblia, siempre camino con ella. Cuando llega el domingo, voy a la iglesia porque es muy importante. Oro a Dios y le pido que me de fuerza y vida , también a mis hijos y a mis hermanas para seguir avanzando", cuenta la cristiana.
*Nombre cambiado por seguridad.
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