Puertas Abiertas • 10 oct. 2023
La iglesia es todavía más vulnerable ante la persecución (foto representativa)
En la noticia anterior, compartíamos el desafío que los atentados en serie de extremistas islámicos han provocado en Malí. Según el Centro Africano de Estudios Estratégicos, el país está al borde del millar de sucesos violentos protagonizados por grupos militantes islámicos.
La investigación también informa que el nivel de violencia supera el récord de 2022 y casi triplica el de cuando la junta militar tomó el poder en 2020. "Los yihadistas lanzan con frecuencia misiles contra la ciudad de Tombuctu. Los niños son los más afectados", dice un contacto local.
"Algunos mueren y otros tienen que permanecer en el hospital. Hace poco, uno de los misiles cayó también sobre un hospital. Estos días no están siendo fáciles", añade.
Tres grupos dominantes
Los tres principales grupos que operan actualmente en Malí son la Coordinación de Movimientos Azauade (CMA), Jamaat Nusrat al-Islam wal-Muslimin (JNIM) y el Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes (GSIM).
Sus líderes son Ibrahim OuldHanda, Iyad Ag Ghaly y Amadou Kouffa, respectivamente. El GSIM actúa en el centro del país, el CAM y el JMIN en el norte de Malí. Todos ellos han declarado públicamente que son aliados de Al Qaeda.
Rastro de destrucción
"Los terroristas buscan a las autoridades del país, pero por el camino matan a civiles, animales y destruyen propiedades, granjas y propagan amenazas por todas partes. No quieren que la población apoye al gobierno. Todo el país está amenazado por las insurgencias islamistas del JNIM. Que Dios intervenga y destruya sus planes", compartió un contacto local.
El pasado lunes 26 de septiembre, el gobierno anunció el aplazamiento de las elecciones presidenciales. El representante del gobierno, Abdoulaye Maïga, declaró a los periodistas en Bamako que la votación se realizaría inicialmente en dos vueltas, el 4 y el 18 de febrero de 2024, y que el ligero aplazamiento se debía a "problemas técnicos".
La noticia fue recibida con sentimientos encontrados. Algunos esperan que el aplazamiento sea temporal, mientras que otros creen que la Junta pretende aferrarse al poder durante más tiempo postergando las elecciones.
El contexto hace que la iglesia sea más vulnerable, ya que los cristianos son vistos como enemigos y blanco de extremistas en la nación que ocupa el puesto 17 en la Lista Mundial de la Persecución 2023. Muchos cristianos se han convertido en desplazados internos debido a la ola de violencia.
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