Los cristianos en India son considerados enemigos del Estado

Sudeep procede de una remota aldea de India central. Nació en el seno de una familia pobre y su educación fue muy limitada, ya que la familia sobrevivía con el salario mínimo que recibía su padre. Al llegar a la adolescencia, su padre murió, dejando a la familia desamparada casi hasta morir de hambre. Como resultado, Sudeep tuvo que dejar sus estudios y empezó a trabajar como zapatero en un pueblo cercano para ayudar a su familia.

Se casó y tuvo dos hijos. En este momento su vida parecía resuelta, sin embargo, la esposa de Sudeep se vio afectada por una enfermedad crónica. Sufría dolores en todas las articulaciones, lo que le impedía vivir con normalidad. Ansiosos, buscaron la orientación de médicos y religiosos, e incluso visitaron a los brujos locales, pero nada pudo detener el dolor, que creció tanto que se hizo insoportable para ella.

Sudeep dijo: "Una vez fuimos a un brujo que me pidió una gran suma de dinero. No podía pagar. Apenas ganaba 20 dólares al mes en ese momento. Estaba tan frustrado con las promesas vacías que decidí no buscar más tratamiento". En ese momento, un misionero le habló sobre la cura a través de Jesús. Se rió del misionero y dijo: "Ese Jesús que fue crucificado en una cruz no pudo salvarse a sí mismo. ¿Cómo va a salvar a mi esposa?"

La hermana de Sudeep, que había llegado a la fe en la misma época al oír hablar de Jesús a un amigo, estaba muy interesada en presentar a Jesús a la familia. Debido a la intolerancia de Sudeep a hablar de cristianismo, llevó a su cuñada sin su permiso a una iglesia. Sudeep dijo: "Después de ir a la iglesia unas cuantas veces, mi esposa se dio cuenta que el dolor disminuía cada vez que iba. Ese día, la gente de la congregación me llamó para que fuera a la iglesia sin decirme nada sobre la cura. Cuando llegué, el pastor estaba hablando de arrepentimiento. Dijo que si alguien se sentía culpable por lo que había hecho mal, ese era el momento de arrepentirse. Cerré los ojos y cuando comenzó la oración, experimenté algo extraordinario. Empecé a llorar y a temblar. Me arrepentí. Cuando la oración terminó, vi a mi esposa de pie y sonriendo, totalmente curada y renovada. En ese momento, decidí entregar mi vida al Señor y a servirle".

Amor por los triunfos de Cristo

Durante más de un año, Sudeep asistió a un curso bíblico y comenzó a servir al Señor. Al principio no tuvo problemas, luego empezó a tener cierta oposición. Después de dos años de ministerio, cada vez que dirigía una reunión, funcionarios del gobierno asistían y me vigilaban. En una ocasión, unos cincuenta vehículos llenos de policías, periodistas y destacados extremistas llegaron al lugar donde nos reuníamos. Llevaron a muchos cristianos a la comisaría, pero a mí no me llevaron. Registraron un caso falso contra ellos y los detuvieron.

"Cuando fui a pagar la fianza, rechazaron mi petición. Me molesté y les informé de que tendrían que arrestarme a mí también junto con los demás cristianos". Al oír esto, se enfadaron y registraron los mismos cargos para mí. Después de 12 horas, liberaron a todos, pero siguieron acosándome a diario. Entraron a la fuerza en el culto y me empujaron al coche, encerrándome varias veces en una celda durante largas horas. Mientras estaba en la cárcel, me amenazaron severamente e intentaron obligarme a abandonar la fe y dejar de predicar".

"La prisión estaba en muy mal estado. Era una sala horrenda y oscura donde los delincuentes hacían sus necesidades fisiológicas en un rincón. El lugar no tenía ventanas, ventilación ni luz. Todo ello durante el caluroso y húmedo mes de junio, donde la temperatura supera los 35° la mayor parte del tiempo".

Asia del Sur

Muchos cristianos de India y otros países del sur de Asia son perseguidos por el Estado, enfrentándose a la presión de las autoridades locales e incluso siendo detenidos, como Sudeep. Por eso es tan importante que conozcan sus derechos como ciudadanos. Con una donación, proporcionas a los cristianos perseguidos de la región entrenamiento para enfrentar la persecución.