Joven cristiana agradece el ánimo recibido en Asia Central

En octubre, compartimos la petición de oración de la joven cristiana Mahri, perseguida por su familia en Kirguistán. Ella se enteró de la movilización de intercesión por ella y envió un mensaje de agradecimiento. "Queridos hermanos y hermanas en Cristo, de todo corazón quiero darles las gracias por su apoyo y sus oraciones. El Señor ha respondido a sus oraciones. Estoy viviendo en un dormitorio. Es sencillo, pero ahora tengo más libertad", dijo Mahri.

"El control por parte de mi tía ha disminuido, pero aún intenta restringir mis opciones y me prohíbe ir a la iglesia. A pesar de ello, estoy contenta porque puedo estudiar con mi primo y me está ayudando mucho. Ora por mi seguridad, para que no me sigan en la ciudad como me vigilan en casa. Pide a Dios que mi tía me permita salir y que yo tenga la libertad de tomar mis propias decisiones", continúa.

La vida de una mujer joven en Asia Central no suele ser fácil, por lo que las oraciones por Mahri y otros jóvenes cristianos son muy importantes. El papel de la comunidad cristiana local como familia para estos jóvenes, cuyos familiares no respetan su elección de religión, es esencial. "Una vez más, muchas gracias por su aliento y sus oraciones. Con amor, Mahri", concluye la cristiana.

Nuevos desafíos para los cristianos

El contexto de persecución de cristianos como Mahri se agrava, ya que, a principios de noviembre, el sitio web del gobierno kirguís publicó un nuevo proyecto de ley para seguir restringiendo la libertad religiosa. La medida debería sustituir a la normativa de 2008, pero con aún más restricciones que la edición anterior, excluyendo a las minorías religiosas de los derechos políticos y con prohibiciones de algunas actividades religiosas.

Los cristianos locales están intentando reunir firmas para poder garantizar el registro de las iglesias, algo que ya era difícil con la antigua legislación, pero ahora que la ley exige que sólo los residentes de una determinada región puedan formar iglesias, regularizar los documentos se ha convertido en un reto aún mayor. Además, todo miembro de una iglesia que firme el documento reglamentario corre el riesgo de que sus datos sean observados por el gobierno y, por tanto, de ser víctima de una persecución digital.

Uno de los investigadores de la Lista Mundial de la Persecución de Puertas Abiertas informó de que la nueva ley también hará que las inspecciones de las iglesias sean más frecuentes, cada cinco años, lo que podría provocar el cierre de más iglesias en un corto lapso de tiempo. Todos estos factores dificultan la existencia y permanencia de la iglesia en Kirguistán.

El debate del proyecto de ley estaba previsto para el pasado sábado 9 de diciembre y, si el Parlamento lo aprueba, la nueva ley comenzará a aplicarse el 19 de diciembre. La medida es preocupante, teniendo en cuenta que hasta hace poco Kirguistán era conocido por ser uno de los países con menor nivel de opresión contra los cristianos de Asia Central.

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