Esperanza que renace en medio de las ruinas

¿Cómo decir sí al llamado de Dios para reconstruir una nación destruida por la guerra? La respuesta a esta pregunta se encuentra en  la Revista Puertas Abiertas del último trimestre de este año. A través de los testimonios de hermanos y hermanas que decidieron quedarse en Siria e Irak, incluso después de años de conflicto.

Sana* es una de esas personas que fue víctima de secuestros de Yihadistas. Su esposo Sabah y sus dos hijos, Tony e Issa, fueron secuestrados por soldados del Estado Islámico (EI) en la ciudad de Qaraqosh, en Irak. "Los hombres del EI que vi no llevaban ropa de civil. Iban vestidos de negro y llevaban armas. Daban miedo, gritaban y ya no eran amables con nosotros", recuerda la cristiana. Durante siete años, ella y su hija mayor han estado esperando noticias de sus familiares y esperan volver a encontrarlos.

Otra víctima de la guerra es el líder cristiano Tony. Él también fue secuestrado por los rebeldes, pasó 35 días en cautiverio, pero tras una experiencia con Dios recibió la libertad. Como respuesta a la traumática experiencia, el cristiano permanece en Siria para servir a los cristianos locales. "Me comprometo a quedarme aquí y a la misión que el Señor me ha encomendado. Siempre digo lo siguiente: si un solo cristiano se queda en esta zona, me quedaré por él y le serviré", revela.

El reto para los cristianos locales es ver con los ojos de la fe y arriesgarse a ser la presencia de Jesús en el territorio. Sin embargo, estos hermanos necesitan unas condiciones mínimas de supervivencia, y Puertas Abiertas cuenta con los socios en América Latina para conseguirlo.

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Fortalece a los cristianos sirios

Incluso después de diez años de guerra, los cristianos sirios siguen enfrentándose a las consecuencias del conflicto. Muchos siguen luchando por conseguir alimentos, atención médica y ayuda profesional. A través de tu oración y donación, envías esperanza a los cristianos de Siria afectados por los combates.