Puertas Abiertas • 16 oct. 2022
La detención se convirtió en una oportunidad para intensificar las oraciones (foto representativa)
La proximidad del 20º Congreso del Partido Comunista en China aumenta la aprensión del destino de los cristianos chinos. Las decisiones del Congreso anterior (en 2018) marcaron el comienzo de cambios importantes, con una mayor aplicación de actividades religiosas no reconocidas por el gobierno, como el cristianismo. El actual líder chino, Xi Jinping, cree que los cristianos tienen una gran influencia occidental y extranjera, por lo que considera que la religión es una amenaza.
En 2022, el congreso tomará lugar 16 de octubre, y será un momento de decisiones importantes para el gobierno chino que impactarán directamente a los cristianos. Actualmente, las iglesias están siendo cerradas e incluso en internet el gobierno aplica restricciones para los cristianos, páginas cristianas han sido removidas de la web.
Christian Xiao Ai (seudónimo), por ejemplo, fue encarcelada durante 10 días por organizar un culto en su casa. Ella es una de las muchas mujeres cristianas que no solo han visto, sino que han vivido bajo la presión de las restricciones religiosas chinas.
Arrestada por organizar una iglesia
Xiao tiene casi 40 años y cuando vio al guardia entrar a su casa, no dudó en decir que ella era la responsable de la reunión: “Soy la dueña de esta casa y la responsable del culto. Mi madre está enferma, así que invito a mis amigos a venir aquí y orar por ella. Soy la única responsable”.
Xiao ya esperaba que llegara ese día. En el contexto de persecución en China, era solo cuestión de tiempo antes de que se descubrieran estos encuentros en su casa. Lo mismo ya había sucedido en otras iglesias domésticas (cultos realizados en casas). A pesar de los riesgos, la iglesia había hecho un horario de servicios, para evitar que todos fueran arrestados a la vez y se acordó que solo el líder sería responsable y enfrentaría las consecuencias; en este caso, solo Xiao. El aumento de la presión desafió a los cristianos chinos, pero también permitió que el Señor concediera sabiduría y creatividad a las iglesias para que sobrevivieran.
Encuentro con Dios en la prisión
Incluso en el centro de detención, Xiao vio a Dios obrando. Dentro de su celda, ella observaba lo que Dios estaba haciendo. Xiao no vio una limitación, sino un espacio diferente donde tendría que practicar la fe en Jesús y donde podría compartir el evangelio. En prisión, tenían que hacer mandados por la noche. Xiao vio esto como una oportunidad para orar. "Mientras los demás prisioneros dormían, yo oraba. Sentía la fuerza y el cuidado del Señor en esos momentos" comparte la cristiana.
“Creo que el Señor tenía dos grandes propósitos para mí en prisión. El primero, que evangelizara a mis compañeros de prisión. Ellos necesitaban escuchar las buenas noticias. Incluso si no creían, yo debía hacer mi parte y dar testimonio del amor de Dios. En segundo lugar, yo estaba tan ocupada en el ministerio que no tenía tiempo para acercarme verdaderamente a Dios. En la cárcel, estábamos allí solo Él y yo. Fueron tiempos preciosos en su presencia”, dijo Xiao.
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