Puertas Abiertas • 12 mar. 2024
A pesar de perder a su esposo a causa de su fe en Jesús, la cristiana egipcia Mariam dejó de culpar a Dios y empezó a alabarlo tras recibir el apoyo y la atención de los socios de Puertas Abiertas (fo
Mariam*, cristiana egipcia, se casó a los 17 años y tuvo cuatro hijas: Sylvia*, Lydia*, Judy* y Jane*. Cuando el equipo de Puertas Abiertas la conoció, estaba destrozada y desesperanzada. Durante muchos años, su vida había sido feliz. Su esposo trabajaba como contratista y la situación económica de la familia era estable. "Mi esposo era muy servicial y amable. Amaba a Dios y solía servirle. Vivía como sal y luz para la comunidad", afirma.
El esposo de Mariam trabajaba en distintos lugares de la ciudad donde vivía la familia: "Era muy conocido en su lugar de trabajo y en los alrededores porque ayudaba a la gente necesitada. Una de las zonas donde trabajaba era conocida por la intensa persecución. Allí, los cristianos sufren mucho a causa de su fe y son discriminados a diario. Sin embargo, mi esposo nunca sintió miedo y solía ayudar a los cristianos haciendo donaciones a los enfermos y necesitados", explica Mariam.
Por esta razón, los musulmanes radicales querían deshacerse de él y le amenazaban constantemente, porque no querían que ayudara a los cristianos necesitados de la zona. "Mi esposo era un hombre valiente y nunca los escuchó, siguió ayudando a los demás", afirma. "El desastre llegó en 2017, cuando musulmanes radicales tendieron una emboscada a mi esposo y lo mataron violentamente en su lugar de trabajo. ¡Lo mataron! Mataron al compañero de mi vida. Dejó cuatro hijas que necesitaban el amor y los cuidados de su padre", cuenta Mariam.
Naturalmente, la familia estaba destrozada. "Mi corazón estaba completamente destrozado. Recuerdo el día en que recibí la noticia de su muerte como si fuera ayer. Todo se puso patas arriba. Nada volvió a ser lo mismo".
La culpa es de Dios
El nuevo curso escolar había comenzado y Mariam no podía comprar material escolar para sus hijas (foto representativa)
Mariam culpaba a Dios de la pérdida de su esposo y de todas sus circunstancias difíciles. Su corazón estaba lleno de resentimiento y amargura hacia Dios. Se volvió temerosa e insegura: no le quedaban esperanzas. También se enfadó y se volvió agresiva.
Sus hijas estaban traumatizadas y asustadas, se sentían inseguras y perdían la confianza en sí mismas. Mariam era incapaz de salir adelante por sí sola. Se dio cuenta de que la pérdida de su esposo era algo más que emocional. El nuevo curso escolar había comenzado y Mariam no podía comprar material escolar para sus hijas. "Me esforcé mucho para que mis hijas no se sintieran menos que sus compañeros en la escuela, pero fracasé. Aquellos años fueron horribles para mí y para mis hijas. Mi esposo no era sólo un esposo. Era un amigo, un padre y un compañero. Lo era todo para mí", dice.
Desde el día en que la conocieron, nuestro equipo local inició un viaje de apoyo a Mariam y sus hijas. En primer lugar, la ayudamos a montar un pequeño negocio avícola para que pudiera generar ingresos y mantener a sus hijas. También ofrecimos un programa de sanidad interior para ella y sus hijas, así como visitas pastorales periódicas. El objetivo era mostrarles el amor de Dios de forma práctica.
Mujeres líderes en la iglesia perseguida
La mayoría de los miembros de las iglesias en Irán son mujeres. Con una donación, haces posible que reciban formación bíblica para dirigir reuniones en línea e iglesias en las casas del país.
Banco Estado | Nº 3477 1228 854
Misión Puertas Abiertas
RUT 65184324-3
Cuenta vista o Chequera Electrónica
Sucursal Tajamar
Casilla N° 261
Av. Providencia, 1466
Santiago - Chile
Teléfonos:
(+55) 11 99629-9010
(+56) 9 9968- 2161