Puertas Abiertas • 13 jun. 2022
"La persecución fue tanta que pensé que nunca más nos reuniríamos para adorar en la iglesia. Lo perdimos todo". Pastor Andrew.
En 2015, el grupo extremista Boko Haram atacó violentamente a los cristianos en la remota aldea de Guyaku, en Nigeria, matando a muchos y quemando casas. Sólo seis de ellos no fueron dañados por el fuego. El pastor Andrew, líder de una iglesia local, comparte: "He perdido la esperanza de volver a reunirme para adorar a Dios desde que nuestra iglesia fue destruida".
Cuenta que el tesorero de la iglesia corrió a su casa la noche del ataque y dijo: "¡Boko Haram está atacando Guyaku!". Cuando el pastor Andrew salió, había varias casas en llamas. "El fuego consumió todo el pueblo. Corrimos para salvar nuestras vidas y nos escondimos en las montañas", dijo.
Mientras huían, el pastor susurró una oración. "Mi oración era que Dios fortaleciera la fe de los miembros de la iglesia. Aunque fueran secuestrados, que no negaran a Cristo, sino que se mantuvieran firmes en la fe", relató. Muchos cristianos se escondieron en cuevas y esperaron, orando para que sus seres queridos sobrevivieran. Por la mañana, todos abandonaron cuidadosamente sus escondites y trataron de localizar a sus familiares.
Destrucción total
Sin embargo, al entrar de nuevo en Guyaku, la escena era desoladora. El fuerte olor a humo flotaba en el aire y las casas seguían ardiendo. Los militantes de Boko Haram les habían robado sus posesiones y lo que no pudieron llevarse, simplemente lo quemaron. "La persecución fue tanta que pensé que nunca más nos reuniríamos para adorar en la iglesia. Después de todo, lo hemos perdido todo", explica el pastor Andrew.
El pastor y otros líderes de la iglesia animaron a la gente a confiar en el Señor y reconstruir sus hogares para permanecer en Guyaku. A pesar de ello, muchos cristianos, que entonces se quedaron sin hogar, huyeron a las ciudades cercanas. Con el tiempo, cuando los cristianos que quedaban comenzaron a reconstruir sus hogares, otros regresaron. Fue entonces cuando el pastor Andrew comprendió que era el momento de reunirse de nuevo. "Se lo hice saber a algunos miembros de la iglesia y trajimos materiales para construir un lugar de culto". Y fue bajo esa estructura improvisada que Dios resucitó a la iglesia.
Ayuda a los cristianos afectados por la violencia
La asociación con las iglesias locales de la región permite a Puertas Abiertas responder rápidamente a las emergencias. Además, ayudar en las necesidades básicas y a reconstruir iglesias que fueron atacadas. Tu donación proporciona ayuda a los cristianos de Nigeria y África Occidental afectados por la violencia.
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