Cristiano debe pagar una multa de 20.000 dólares en China

Ji Chungang, de 41 años, fue condenado recientemente por organizar un grupo de entrenamiento bíblico en el estado de Yunnan, en el sur de China. La actividad, que tuvo lugar el 28 de junio de este año, se consideró "un acto religioso no autorizado".  

Las autoridades locales recibieron fotos y una lista con los nombres de las personas que participaron en el entrenamiento. Como castigo, el líder cristiano debe pagar una multa de 150.000 yuanes (aproximadamente 20.000 dólares).  

En agosto, Chen Lijun, pastor de una iglesia doméstica, vivió una situación similar y fue detenido por compartir literatura cristiana en Internet. Más de 100 miembros de su iglesia están siendo perseguidos y el pastor continúa encarcelado.  

"Además de limitar las actividades cristianas en el país, los castigos crean miedo a la práctica de la fe. En los últimos meses, varios cristianos que organizaban entrenamientos y reuniones han sido acusados y castigados con multas", dijo un socio local de Puertas Abiertas. 

Futuro incierto 

El resultado del XX Congreso del Partido Comunista de China, que mantiene el liderazgo de Xi Jinping, es otro elemento que favorece el aumento de la persecución en China. "Las autoridades elegidas ya han declarado su interés en aumentar el control y la presión sobre las minorías religiosas, como los cristianos, ya que estos grupos se consideran una amenaza para la unidad nacional", dijo un experto de Puertas Abiertas. 

Un socio local dijo que algunos pastores temen que aumente la persecución, mientras que otros han animado a las congregaciones a mantener sus ojos en Cristo y confiar en la soberanía de Dios. En cualquier caso, la iglesia china necesita apoyo, ánimo y oración. 

Biblias para China

Las restricciones a los contenidos religiosos no sólo se dan en el mundo virtual en China. Las autoridades dificultan el acceso a las Biblias y otros materiales que pueden fortalecer espiritualmente y proclamar las buenas noticias a tantos chinos que necesitan a Jesús. Ayuda a los cristianos chinos a acceder a la palabra de Dios.