Comunidad cristiana sorda es acogida en Asia Central

Muchos cristianos sordos de Asia Central están aislados y no pueden integrarse plenamente en la sociedad. A menudo se les ignora y muchos no encuentran trabajo. Como consecuencia, carecen de ingresos, lo que se traduce en una falta de acceso a la educación y a otros tipos de formación; al fin y al cabo, no saben leer ni escribir.

La comunidad de sordos es uno de los grupos cristianos de más rápido crecimiento en Asia Central. Una de las razones es que, en algunas interpretaciones del Islam, se cree que los sordos no pueden ir al cielo. Por eso hay mucha apertura al Evangelio. Los sordos de origen musulmán se enfrentan a diversas dificultades en la sociedad debido a su condición.

Sin embargo, cuando se convierten en cristianos, añaden la posibilidad de sufrir persecución por su fe por parte de su familia y su comunidad local. Por ello, el apoyo y la formación son esenciales para ellos. Puertas Abiertas los ofrece de muchas formas: formación en generar ingresos, informática, reparación de teléfonos móviles, belleza y lenguaje de señas para niños y adultos.

La importancia de la formación

Elnura*, una adolescente sorda que vive en Asia Central, forma parte de esta comunidad de cristianos sordos. Gracias a su formación en lengua de señas, ahora puede comunicarse con otras personas sordas. También recibió un regalo de Navidad de Puertas Abiertas. Durante muchos años, la entrega de regalos de Navidad en la región ha tenido un gran impacto tanto en cristianos como en no cristianos.

Los actos de entrega de regalos son muy importantes para la iglesia, ya que pueden llegar a muchas personas. Esto se debe a que es el único momento en que algunas familias están dispuestas a abrir sus casas y permitir la visita de hermanos y hermanas, especialmente las familias pobres (que son la mayoría). También se visita a quienes han abandonado la iglesia por presiones o razones diversas. Además, los cristianos acuden a orfanatos y hospitales para entregar regalos y presentar programas navideños. También se anima mediante visitas a las familias cristianas con niños sordos.

Naira*, socia local, comparte: "Realmente veo a Elnura más abierta a recibir amor y atención de la comunidad cristiana de sordos. Además, el regalo de Navidad le hizo sentir que es vista y querida, no sólo por nosotros, sino también por Dios". Muchos niños sordos son ignorados, lo que los deprime y hace que no vayan a la escuela. "Conocimos a algunas niñas durante nuestras visitas y las invitamos a un curso de lengua de señas. A raíz de ello, nos reunimos más a menudo, y eso hizo que compartieran sus traumas, abusos y agresiones. Me rompe el corazón escuchar sus historias. Por favor, oren por estas niñas sordas, para que estén a salvo y sientan nuestro amor y el de Dios", concluye Naira.