Asesinados por amor a Cristo en Burkina Faso

Martine es una cristiana de Burkina Faso que perdió a su padre, a su marido y a otros miembros de su familia en un ataque a una iglesia. Tras recibir atención postraumática, dice que la cura de su corazón renovó su alegría.

Martine es de la aldea de Silgadji, en el noreste de Burkina Faso. En 2019, hombres armados irrumpieron en su iglesia después del culto. La congregación acababa de escuchar un apasionado sermón del pastor, el padre adoptivo de Martine, sobre el amor mutuo. Recuerda con claridad: "Normalmente, otro miembro hacía la oración de clausura, pero ese día la hizo él mismo y preguntó, "Cuando Jesús estaba a punto de irse, ¿qué dijo?". Así que le contesté: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen. Luego nos hizo orar por nuestros enemigos porque ellos tampoco saben lo que hacen. Cuando salimos de la iglesia unos minutos después, nos dimos cuenta de que estábamos rodeados".  

Probablemente, la cristiana nunca olvidará la terrible imagen de los responsables del atentado. Estaba claro que no eran locales, ya que tenían la piel mucho más oscura y eran más bajos que los locales de la zona. "Tenían cinturones con balas cubriendo sus cuerpos y cuando caminaban, podíamos escuchar el ruido".  Algunas personas estaban charlando en el exterior cuando los responsables del ataque acorralaron a todos. "Cogieron las Biblias, el púlpito, lo juntaron todo y le prendieron fuego. Entonces llevaron a todos a la parte delantera de la iglesia y luego llevaron a los hombres a la parte trasera. Allí les hicieron tumbarse y les dispararon", dijo.  

El resto de la congregación solo escuchó el ruido de los disparos. El pastor y cinco miembros de la iglesia fueron asesinados.En un día, Martine perdió a un padre, un marido, un hermano y un cuñado. Durante el ataque, le robaron todos sus teléfonos móviles y documentos, además de llevarse algunas motos. También se llevaron comida. Lo que no pudieron llevarse, lo quemaron, incluidas tres motos. "Dijeron que si llorábamos, volverían al día siguiente y matarían a todos". Pero el teléfono móvil de Martine pasaba desapercibido en su bolso, así que pidió ayuda. "Llamé para que vinieran a ayudarnos porque gente mala nos visitó e hizo cosas terribles. Estaba muy, muy triste".  

Difícil de entender



Lo que le resulta difícil a Martine es entender por qué sucedieron estas cosas cuando tenían tan buena relación con sus vecinos musulmanes. "Había un buen entendimiento entre cristianos y musulmanes en nuestro pueblo. No hubo problemas entre nosotros. Mi padre solía decir que si fuera por el nombre de Jesús, nunca se escaparía del pueblo. Aunque significara la muerte, moriría por el nombre de Jesús. No tendría miedo de lo que sólo puede matar el cuerpo pero no el alma".

Por eso, aunque Martine se entristece por la pérdida de su padre, sabe que si tuviera la oportunidad de volver a pasar por lo mismo, probablemente lo haría. "Solía decir, mientras señalaba con el dedo el suelo, Si tengo que morir por el nombre de Jesús, podéis enterrarme aquí. Y que nadie llore por mí, porque es por el nombre de Cristo que acepté la muerte".  

Cristianos en Burkina Faso

Los cristianos que viven en los países de África Occidental son vulnerables a las acciones de diversos grupos islámicos radicales. Muchos, como Martine, son víctimas de agresiones o viven situaciones traumáticas. Necesitan apoyo para enfrentar la situación. Se proporciona ayuda de emergencia y atención postraumática a los cristianos desplazados en Burkina Faso.