Informe de la persecución
Conoce al hermano Ahmad
“Y finalmente, ocurrió el milagro. Después de un mes de trabajo, alcanzamos la profundidad deseada y encontramos agua”, cuenta el hermano Ahmad, un trabajador de campo en un país donde hay muchos refugiados, en la frontera con Afganistán.
La región es un área muy difícil y cerrada para el evangelio. Varios refugiados se esconden en esta zona desértica sin ropa, comida ni agua. Y debido al cambio climático y al terreno inhóspito, no pueden encontrar agua. Beben agua de lluvia, ríos y acequias. Por lo tanto, el riesgo de enfermedad es muy alto.
Pero por la gracia de Dios, sus oraciones y ayuda, al perforar 240 metros de profundidad, ¡se encontró agua! ¡Tú puedes contribuir para que este milagro se repita y asegurar que la perforación de pozos continúe! Así los afganos podrán utilizar esta fuente de agua de forma gratuita.
Persecución en Afganistán
El 15 de agosto de 2021, el Talibán llegó a Kabul, capital de Afganistán, en el último paso hacia una toma militar completa del país. A fines del mismo mes, las fuerzas militares estadounidenses se retiraron del país y Afganistán se convirtió oficialmente en un emirato islámico gobernado por los talibanes.
Poco después de la toma del poder, los cristianos afganos estaban en peligro. Miles huyeron del país. Cientos más fueron asesinados. La comunidad cristiana ha sido expuesta y ahora necesita mantenerse aún más oculta. Los que huyeron dependen de las acciones de los grupos humanitarios para sobrevivir, a menudo en el desierto, sin comida ni agua.
“Y finalmente, ocurrió el milagro. Después de un mes de trabajo, alcanzamos la profundidad deseada y encontramos agua”, cuenta el hermano Ahmad, un trabajador de campo en un país donde hay muchos refugiados, en la frontera con Afganistán.
La región es un área muy difícil y cerrada para el evangelio. Varios refugiados se esconden en esta zona desértica sin ropa, comida ni agua. Y debido al cambio climático y al terreno inhóspito, no pueden encontrar agua. Beben agua de lluvia, ríos y acequias. Por lo tanto, el riesgo de enfermedad es muy alto.
Pero por la gracia de Dios, sus oraciones y ayuda, al perforar 240 metros de profundidad, ¡se encontró agua! ¡Tú puedes contribuir para que este milagro se repita y asegurar que la perforación de pozos continúe! Así los afganos podrán utilizar esta fuente de agua de forma gratuita.
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