“Viviré y moriré por Jesús” Kabita, cristiana de Nepal

Aunque la legislación admite que Nepal tiene muchas etnias, lenguas y religiones, se restringe la difusión del evangelio y las conversiones. Las personas que cometen este tipo de actos se exponen a penas como el encarcelamiento, las palizas y la persecución incluso de su propia familia. Hoy, nos gustaría compartir el testimonio de Kabita*, una mujer que se mantiene firme en su fe incluso ante la persecución. 

Kabita era hindú y muchas veces su hermana intentó compartir el evangelio con ella, pero la ignoró. Al cabo de un tiempo, Kabita enfermó y, desesperada, comenzó a clamar al Dios de su hermana. Cuando aceptó a Cristo, su salud mejoró. Poco a poco, al cabo de unos meses, fue curada por completo. "Fue el plan de Dios traer una enfermedad a mi vida para que pudiera creer en él” comparte la cristiana. 

Después de convertirse a Cristo, los miembros de su familia comenzaron a perseguirla física, mental y verbalmente. "En ese momento, mi esposo se quedaba fuera de casa por trabajo. Cuando se enteró de mi nueva fe, me llamaba y me amenazaba constantemente, diciéndome que renunciara a la fe. Después de unos meses, llegó a casa y abusó físicamente de mí. También me dio a elegir: Jesús o él. Pero me mantuve firme en mi fe. Así que me dejó y se casó con otra mujer". 

"Los miembros de mi familia me presionaban constantemente para que abandonara la fe. Dejaron de hablarme y no me ayudaron económicamente. Pero nunca me rendí. Un día, mi suegro reunió a algunos aldeanos y los puso en mi contra. Me dijo que dejara la casa si no dejaba la fe. Pero esas amenazas no hicieron tambalear mi fe. En los momentos difíciles, Dios está conmigo y me da fuerzas para afrontar las dificultades". 

Dios envió a su pueblo para ayudarme

Aunque Kabita creía que Dios le proporcionaría todo lo necesario para sobrevivir, luchó por mantenerse a sí misma y a sus hijos después de entregar su vida a Jesús. Con lágrimas en los ojos, explica: "En medio de la persecución, luchaba sola para mantener a mis hijos. Mi esposo y mis familiares me despreciaban por ser cristiana y no me apoyaban". 

Sin embargo, con un brillo en los ojos, dice: "Dios escuchó mis oraciones y envió a su pueblo para ayudarme. Dios me bendijo a través de la ayuda de los socios de Puertas Abiertas y pude comprar algunas cabras para criar. Gano dinero con los animales y puedo mantener a mi familia. Estoy muy agradecida con Dios y con su pueblo, que cuidaron de mí en mi difícil situación".

No siempre fue fácil para Kabita mantenerse firme en su fe en el Señor. Entre tanta persecución, Kabita llegó a un punto en el que pensó en rendirse. "Estuve a punto de renunciar a mi fe. Pero Dios me habló en un sueño y me dio valor y entonces decidí no dejarlo nunca".  

"Perdí mis relaciones familiares y muchas otras cosas cuando acepté a Cristo. No tenía nada. Pero siempre sentí la presencia de Dios en mi vida. Él suplió mis necesidades y me mantuvo a salvo. Me animó a través de Deuteronomio 31:6, que dice: Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el Señor su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará", dice. 

A Kabita le encanta orar y escuchar más sobre la palabra de Dios, y cree que Dios siempre responde a sus oraciones. "No puedo leer la Biblia porque soy analfabeta, pero recuerdo los versículos que el pastor comparte en los sermones durante los servicios. Creo que Dios siempre trae provisión y me consuela cuando estoy sola. Jesús lo es todo para mí, así que nunca lo dejaré. Viviré y moriré por Jesús". 

*Nombre alterado por razones de seguridad.

Peticiones de oración 

• Ora para que Kabita se mantenga firme en su fe y para que Dios la siga bendiciendo a través de la cría de animales. 
• Intercede para que la familia de la cristiana que aún no conoce a Cristo sea llevada a la fe a través de su testimonio. 
• Ora por los hijos de Kabita que están estudiando y pide que Dios los bendiga y los siga guiando en los caminos del Señor.