Kazajistán: Cristianos son prohibidos de salir del país

En Kazajistán, al menos siete cristianos se niegan a pagar multas por practicar su Fe, por lo que se les prohíbe salir del país. Nikolai Novikov es uno de esos seguidores de Jesús de la ciudad de Oral. Desde 2013, no ha podido visitar a sus familiares en Rusia porque está en la lista de personas prohibidas de viajar del Ministerio de Justicia. 

Novikov ya recibió muchas multas, pero como miembro del Consejo de Iglesias Bautistas, se niega a pagarlas. La iglesia no se registra ni paga multas, argumentando que no debe ser castigada por ejercer su derecho a la libertad religiosa. "No nos consideramos culpables, así que no pagamos", dijo el cristiano. 

El año pasado también fue multado por distribuir literatura religiosa y parte de las sanciones le descontaron de su salario tras una orden judicial. Los otros seis cristianos que también tienen prohibido viajar, pertenecen a la iglesia bautista.

Niveles de presión no cambian 

Kazajistán es un país de mayoría musulmana donde el gobierno controla estrictamente las actividades religiosas con el argumento de reprimir la amenaza del extremismo islámico.

Sólo se permiten actividades religiosas aprobadas por el Estado y las iglesias protestantes, consideradas "extranjeras", son vistas como una amenaza para el poder político, por lo que son constantemente atacadas. 

En los últimos años, el país de Asia Central fue cayendo lentamente en la Lista Mundial de la Persecución, que muestra los países donde es más duro ser cristiano. Este año pasó del número 41 al 47. Sin embargo, la puntuación de la persecución se mantuvo casi igual, lo que indica que los niveles de presión para los cristianos no cambiaron. "Aunque se redujo el número de incidentes denunciados de violencia contra los cristianos, es compensado por el aumento de oposición en todos los demás ámbitos, incluida la vida de la iglesia y la comunidad", señalan los investigadores de Puertas Abiertas.

Los cristianos ex musulmanes se enfrentan a la presión de su comunidad, familia y amigos. Mientras tanto, los cambios en la ley religiosa que entraron en vigor recientemente, imponen nuevas restricciones a las iglesias y a otras comunidades religiosas que no tengan aprobación del Estado.