Puertas Abiertas • 7 abr. 2023
Rabeya fue agredida por miembros de su familia cuando se dirigía al culto
La mayoría de los cristianos de origen musulmán no tienen derecho a celebrar públicamente su fe en Jesús. No pueden ir a la iglesia y todos los cultos deben celebrarse en secreto, lejos de la familia y los vecinos. En lugar de la alegría que debería caracterizar la Pascua, sus corazones se llenan de miedo, pánico y tensión.
Vivir la fe en secreto
Rabeya (pseudónimo), de 40 años, vive en una región al noroeste de Bangladesh y es testigo de esta realidad. Conoció a Jesús en 2019, dejó el islam y empezó a seguir a Cristo en secreto. Solo puede ir a la iglesia cuando no hay nadie cerca.
La Semana Santa y otras fiestas cristianas son los días más difíciles para ir a la iglesia. La comunidad sabe cuándo se acercan estas fechas y vigilan cada paso de los cristianos locales. El principal objetivo es encontrar a los cristianos que, como Rabeya, han abandonado el Islam y comprobar si asistirán al servicio de Pascua.
"Solía ir a los servicios de Pascua a escondidas, evitando la mirada de toda la gente que pasaba por la calle. Lo más difícil es prestar atención a los himnos y al mensaje, porque tengo la sensación de que me observan. No sé lo que significa celebrar la Pascua sin preocupaciones", añade la cristiana.
Bajo presión
"Antes pensaba que mi esposo era mi protector. Ahora, me persigue físicamente y me tortura mentalmente". Una vez, cuando se dirigía al culto, Rabeya fue abordada por su cuñado, que empezó a darle golpes y patadas. "Mis vecinos vieron la agresión y no me ayudaron. De hecho, parecían contentos", dice.
A causa de la conversión, su esposo le niega alimentos, educación y otras necesidades a sus tres hijas. Rabeya vive sola con sus hijas y necesita mantenerlas. Es costurera, pero desde su conversión los clientes evitan hacerle pedidos.
Los socios locales de Puertas Abiertas se están movilizando para ayudarla. Mientras espera, Rabeya sigue sirviendo a la iglesia y a la comunidad local y confía en que Dios vela por ella y por sus hijas.
Muchos cristianos son víctimas de ataques durante la Semana Santa en países que figuran en la Lista Mundial de la Persecución. Puertas Abiertas proporciona atención postraumática a las víctimas de estos ataques en Indonesia, Sri Lanka y otras naciones. ¡Apoya esta causa con una donación!
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