Madre e hija son expulsadas de un pueblo de Vietnam

La cristiana Hoa* pertenece a la etnia hmong y vive en el noroeste de Vietnam. Es madre soltera y está a cargo de su hija de tres años. Hace dos meses, reconoció a Jesús como Señor y Salvador a través del testimonio de un amigo que fue a visitarla. Cuando sus vecinos descubrieron su conversión, la amenazaron y la vida en la tribu se volvió peligrosa para Hoa y su hija.

Unos días después de la amenaza, los vecinos dieron un ultimátum. Hoa tendría que negar a Jesús y permanecer en la tribu o seguir siendo cristiana y ser expulsada del pueblo. Con gran valor, Hoa decidió abandonar la tribu y dijo: "Seguiré al Señor Jesús, que ha perdonado mis pecados. Acepto el precio exigido por creer en Jesús.

Hoa y su hija abandonaron el pueblo y alquilaron una pequeña habitación en una comunidad cercana como refugio temporal. Un colaborador local de Puertas Abiertas visita constantemente a las cristianas con apoyo y alimentos. A pesar de la ayuda, sin trabajo ni casa fija, Hoa no sabe cómo va a sobrevivir.

"No sé lo que me depara el futuro, pero sigo confiando en Dios y oro para que me abra las puertas de un empleo y cuide de mí y de mi hija. Por favor, recuérdanos en tus oraciones", concluyó la cristiana.

Ayuda a los cristianos perseguidos

Muchos hermanos y hermanas en la fe experimentan situaciones similares a la de Hoa y su pequeña hija. Creer en Jesús puede costar comida, ropa e incluso el acceso a las Escrituras. Tu donación permite que los cristianos perseguidos tengan cubiertas sus necesidades más urgentes y sepan que no han sido olvidados por su familia en Cristo.