La vulnerabilidad de las mujeres en Bangladesh

 Bangladesh tiene una población de 170 millones de personas, de las cuales más de la mitad son mujeres. Generalmente, ellas son vulnerables en cada aspecto de la vida. Sin embargo, en la última década, el gobierno ha intentado varias estrategias para mejorar sus vidas y brindarles más oportunidades de educación y empleo. No obstante, las normas culturales y sociales establecen que las mujeres tienen menor valor, lo que resulta en un trato diferenciado.

Los cristianos representan alrededor del 0,5 % de la población. En este contexto, las mujeres cristianas son aún más vulnerables. Además de las dificultades diarias por ser mujeres, también sufren por su fe en Jesús. Cuando se descubre la conversión de una mujer al cristianismo, la consecuencia más inmediata es ser excluida de su familia. Entonces, su esposo se divorciará de ella o le dará un ultimátum: elegir a Jesús o divorciarse. Las personas hacen todo lo posible para llevar a estas mujeres de vuelta a su antigua fe. Algunas también son torturadas físicamente.

De acuerdo con la Constitución de Bangladesh, cada ciudadano tiene derecho a decidir su fe y libertad para cambiarla. Por lo tanto, legalmente no hay persecución. Sin embargo, la principal fuente de persecución son las familias y comunidades. Así, cuando una mujer se convierte al cristianismo, es excluida y su familia interrumpe toda interacción con ella, dejándola aislada.

Consecuencias de seguir a Jesús

Cristianas en Bangladesh, además de las dificultades diarias por ser mujeres, también sufren por su fe en Jesús 

Además de la discriminación, estas cristianas también pierden su herencia. Según la ley islámica, si alguien abandona del islam, automáticamente pierde su derecho a la herencia. Las mujeres ya reciben una menor proporción de herencia que sus hermanos u otros hombres de la familia. Cuando se convierten al cristianismo, pierden incluso eso. Si están casadas, son expulsadas de su hogar y pierden la custodia de sus hijos. Para muchas, la vida conyugal se destruye por completo.

Las consecuencias de la decisión de una mujer muchas veces afectan a sus hijos y esposo. Incluso si el hombre es un esposo amoroso, será presionado por la comunidad y la familia para abandonarla o usar violencia física para obligarla a renunciar a su fe en Jesús. Los niños también enfrentan dificultades, especialmente en la escuela. Son discriminados y burlados por compañeros de clase y maestros. Algunos profesores etiquetan a las madres cristianas como personas malas, lo que afecta a los niños. Ellos intentan esconderse de la comunidad para evitar cuestionamientos. Muchos de estos jóvenes son propensos a caer en adicciones y depresión, y algunos desarrollan resentimiento hacia sus padres.

La mayoría de las personas tienen conocimiento de la ley, los reglamentos y la libertad religiosa, pero la cultura en Bangladesh está basada en la comunidad. Todos conocen las decisiones de los demás e interfieren en todo. Así, las familias y parientes tienen una influencia significativa en la vida de cada individuo.

Construcción de iglesias

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