La búsqueda por esperanza de una mujer en el desierto

Nacer mujer en un país de Oriente Medio es estar rodeada de grandes desiertos físicos y espirituales. Nadia (seudónimo) se sentía árida y sin vida, y las preguntas sobre Dios y el Islam invadían sus pensamientos.

A los siete años, Nadia expuso sus dudas sobre un tema religioso en la escuela y la profesora se lo comunicó a su madre, en lugar de animarla a pensar o estudiar sobre ello. "Recuerdo que mi madre me decía: No hagas preguntas, haz lo que tengas que hacer, termina la escuela y ya está", declaró. Mira el siguiente video completo para conocer major a la cristiana. 

Aunque la musulmana no expresara sus preguntas, éstas eran cada vez más frecuentes y le abrían las puertas a buscar respuestas en el ocultismo. "Tenemos que entender que la cultura de Oriente Medio está llena de todo tipo de asuntos místicos. Ya sea demonología, magia y lecturas del tarot", explica.

Según Nadia, el mundo espiritual es algo tratado en el Corán y muchos líderes religiosos utilizan este tema para provocar miedo y controlar a la gente. Este mecanismo no funcionó para la musulmana, de hecho la instigó a buscar respuestas en libros, documentales, viajes y conversaciones con personas de distintas religiones.

Sin embargo, esta búsqueda de algo más grande que el Islam trajo consecuencias para Nadia. Fue excluida por su familia y pasó meses sin hablar con sus padres, lo que demostró que estas nuevas creencias no lograban llenarla. "Sentía que no había esperanza, y hacía alrededor de un año que estaba muy enfadada con Dios y había dejado de hablarle".

Nadia se sentía perdida, pero Jesús estaba a unos centímetros de encontrarla y rodearla con su amor incondicional y leal. Tenía algunos parientes cristianos y había oído hablar de Cristo de niña, pero no sintió curiosidad por saber más sobre este hombre.

Esta historia continúa.

Apoya a mujeres cristianas de la Península Arábiga

Como Nadia, otras mujeres de origen musulmán recorren una larga travesía en busca de la verdad. Apóyalas con discipulado, para que descubran quién es Dios y puedan vivir como sus hijas amadas.