IRAK: ¡NOEH VUELVE A CASA!

Orgulloso, Noeh abre la puerta de su habitación. ¡Que diferencia! Este mismo mes el año pasado, todo estaba manchado por el humo, lleno de cenizas, y todas las cosas en su interior habían sido destruidas por el calor del fuego. Ahora, las paredes están recién pintadas, hay nuevas lozas en el piso y las ventanas han sido reemplazadas. Noeh sonríe de oreja a oreja. Qué contraste con aquel día, hace un año, cuando se sentó en su cama quemada con un manojo de canicas en la mano.

En este video puedes ver cómo se encontraba la casa de Noeh en 2017, después de los ataques del Estado Islámico.  
 

En la noche del 6 de agosto de 2014, Noeh (que entonces tenía ocho años) tuvo que huir con su familia de la pequeña aldea cristiana de Karamles, en el norte de Irak, mientras combatientes del autoproclamado Estado Islámico (ISIS) avanzaban hacia ellos.

La familia huyó a Erbil, 50 millas al sureste de Karamles. El líder cristiano de la comunidad logró mantener a la mayoría de su grupo juntos después de llegar a Erbil. Las familias recibieron el apoyo de socios locales de Puertas Abiertas en Irak, quienes les proporcionaron alimentos y otros artículos de ayuda, además de ofrecerles consejería post-trauma, ayuda socioeconómica para las mujeres y tiempos de adoración en la iglesia.

Cuando los combatientes de Estado Islámico finalmente abandonaron Karamles a fines de octubre de 2016, ellos dejaron una oscura y dolorosa marca. Ellos quemaron 446 casas, incluso la de Noeh, la cual fue destruida en su interior, solo las paredes y el techo sobrevivieron al calor.


Noeh en su habitación después de los ataques a Karamles. Una oscura y dolorosa marca

Algunos podrían decir que esta familia tuvo suerte en comparación con las 97 familias en Karamles que vieron sus casas completamente destruidas durante la guerra contra el ISIS. Al igual que muchas otras familias, la familia de Noeh necesitaba tener mucha paciencia antes de poder regresar para casa.

A pesar de lo vivido, ellos tenían una fuerte determinación y la convicción de volver a vivir en Karamles. Recuerdo ver a Noeh en el techo de su casa dañada, mientras, en la distancia, Mosul todavía estaba siendo bombardeada. Y estas fueron sus palabras: "Queremos volver a casa. Yo quiero volver. Esta es nuestra tierra".

Hoy vemos que el sueño de Noeh está convirtiéndose en una realidad: la familia espera regresar a vivir en su casa renovada a finales de este mes.

Después de la liberación, y después de que el gobierno iraquí declaró las aldeas seguras y accesibles otra vez, las iglesias comenzaron a organizar el regreso de las personas para la llanura de Nínive. Se formaron comités para coordinar la restauración de las casas y el regreso de sus dueños. Se dio prioridad a las casas menos dañadas, ya que es posible repararlas de forma más rápida, lo que acelera el regreso de las familias a Nínive.

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