Puertas Abiertas • 1 nov. 2024
La villa de Manni quedó vacía tras los ataques de cuatro días (foto representativa)
A principios de octubre, al menos 200 personas fueron asesinadas en la región Este de Burkina Faso. Extremistas islámicos atacaron la villa de Manni durante cuatro días seguidos. Las acciones comenzaron con el asesinato de 17 soldados de una patrulla militar. En los días siguientes regresaron con el objetivo de matar a más personas de la comunidad, de mayoría cristiana.
Un día después de asesinar a los militares, los radicales atacaron el mercado, y muchas personas huyeron y se refugiaron en tiendas y casas, pero los extremistas incendiaron los lugares, causando más víctimas fatales. Ciertos de su impunidad, los yihadistas volvieron al día siguiente, incendiaron los autos y dispararon contra los profesionales de salud que asistían a los heridos del día anterior.
Los radicales islámicos querían acabar con la vida de todos los sobrevivientes del incidente anterior y regresaron a la villa para matar únicamente a los hombres que sobrevivieron. Esta es una táctica usada para dejar a mujeres y niños vulnerables a secuestros, matrimonios y reclutamientos forzados.
De acuerdo con la agencia Fides, muchas de las víctimas de estos ataques eran desplazados que habían huido de sus hogares y comunidades por la violencia de grupos armados y extremistas. Los sobrevivientes de los ataques, incluidos muchos cristianos, abandonaron la villa de Manni.
El líder de campo de Puertas Abiertas en África Occidental explicó que se trabaja para localizar a las personas que huyeron del pueblo hacia comunidades vecinas y apoyarlas en sus diversas necesidades. El proyecto de socorro a cristianos desplazados, que ya estaba planeado, tuvo que ser suspendido.
Ataques constantes
En agosto, el grupo yihadista Jama’t Nusrat al-Islam wa al-Muslimin (JNIM) atacó a los habitantes de Barsalogho, en la provincia de Sanmatenga, mientras cavaban trincheras. Las estimaciones iniciales indicaban que entre 300 y 400 personas, principalmente civiles, murieron.
Sin embargo, informes recientes indican que en el ataque murieron 600 personas. Al menos 28 de las víctimas eran cristianas, y las demás eran soldados y miembros de los Voluntarios para la Defensa de la Patria (VDP).
Al día siguiente, otro grupo yihadista afiliado al JNIM atacó la iglesia Christian Alliance en la villa de Kounla. Los agresores atacaron hogares cristianos, forzaron a los hombres a entrar en la iglesia y ejecutaron a 30 de ellos. Fuentes locales dicen que 27 de las víctimas eran cristianas.
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