Cristianos fueron liberados en Irán

En Irán, detuvieron a ocho cristianos y les informaron que debían asistir a clases de "reeducación" para volver al Islam y negar a Jesús. Pasaron ocho meses en prisión y fueron absueltos por decisión del fiscal del Tribunal Civil y Revolucionario de Dezful

Los cristianos fueron detenidos en la ciudad de Dezful en abril de 2021 acusados de hacer "propaganda contra la República Islámica de Irán". El fiscal del caso entendió que el "delito" fue la conversión a una religión distinta del Islam, hecho que no está tipificado como delito por las leyes del país. 

El fallo del tribunal no fue bien recibido por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, que es una rama de seguridad fundada en 1979 para proteger el régimen musulmán de Irán. Citaron a los cristianos el sábado pasado y les ordenaron asistir a 10 sesiones de reeducación con clérigos islámicos.

Según una investigación de Puertas Abiertas, la participación de la Guardia Revolucionaria en la represión de la comunidad cristiana es cada vez mayor. Y los conversos al cristianismo continúan sometiéndose a los tribunales por motivos religiosos. 

Un ejemplo de batalla judicial por la libertad religiosa fue la condena de tres cristianos de la ciudad de Rasht, en la provincia de Gilan, a 10 años de prisión. Se les acusó de participar en actividades de propaganda y educación relacionadas con creencias contrarias a la sharia (leyes islámicas). Sin embargo, el Tribunal Supremo de Irán decidió que revisará la sentencia del cristiano Nasser Navard Gol-Tapeh. que fue detenido por ser miembro de una iglesia y condenado por "actuar contra la seguridad nacional" en julio de 2017.

Durante sus últimos cuatro años en prisión, Nasser no guardó silencio. En su última carta abierta desde la prisión de Evin, escribió: "Quieren eliminarnos y mostrar que nunca hemos existido. Nos enfrentamos al sufrimiento y la persecución durante mucho tiempo, pero no nos rendimos", escribió. 

La falta de una posición oficial sobre la apostasía sigue dando lugar a decisiones incoherentes en los tribunales, como en este último caso de Dezful, en el que un fiscal individual optó por la caridad. Sin embargo, los cristianos temen que hasta que no se establezca una línea oficial, el próximo juez pueda tener una opinión diferente.