Cristianos de Kirguistán pueden perder la libertad religiosa

La página AsiaNews informó que Kirguistán rompió un acuerdo de cooperación, que tenía con los Estados Unidos, firmado en 1993.

Según las noticias, fue una represalia a la decisión del Departamento del Estado americano, por haber concedido un premio al periodista kirguís, Azimzhan Askarov, por ser ""una figura unificadora de los derechos humanos de la sociedad"".

Él reunió personas de todas las etnias y orígenes para insistir al gobierno de Kirguistán que tome medidas para la creación de una paz sustentable entre Uzbekistán y Kirguistán. El periodista y activista de derechos humanos tomó una posición independiente, por eso fue condenado a prisión perpetua por ""incitar al odio étnico"" y ""ser cómplice de anulación de una ley oficial"", acusaciones que él siempre negó.

La decisión es parte de una estrategia que intenta apartar al país de Asia Central y dejarlo más cerca de Rusia y de China, bien lejos de los Estados Unidos. Kirguistán es un país muy pobre y que depende de ayuda para más de 1 millón de personas, en su mayoría, trabajadores migrantes, principalmente de Rusia, por este motivo la capital del país, Biskek, valoriza las relaciones con los rusos.

Con esa situación, la Iglesia en Kirguistán va a sufrir las consecuencias. Actualmente, los cristianos en Kirguistán, experimentan más libertad que los cristianos en otros países de Asia Central.

En 2015, el país adoptó una legislación que exige que las ONG`s que reciben financiamiento del exterior, sean registradas como ‘agentes extranjeros’ (el viejo término soviético describiría esto como espías). La nueva exigencia va a afectar también las organizaciones religiosas, ya que la mayoría recibe ayuda de afuera. Pero lo que preocupa aún más son los proyectos de una nueva Ley de Religión, que ya está circulando, y que va a aumentar las restricciones de libertad religiosa.