Puertas Abiertas • 14 oct. 2022
La cristiana Igna estaba en su casa cuando los extremistas la atacaron (foto representativa)
*Contenido sensible: violencia sexual
El 13 de septiembre, el grupo rebelde Colition Patriotique pour le Changement (CPC) asaltó por la mañana el domicilio de la cristiana Igna (seudónimo) en la República Centroafricana. Uno de los rebeldes agredió sexualmente a la cristiana, quien ya había enfrentado ataques de este grupo extremista.
Igna, de 36 años, está casada y vive en un campamento provisorio para desplazados internos en el distrito de Haute Kotto, al este del país. Muchas personas se refugian en estos lugares para escapar de la inseguridad que provocan los extremistas. "Entraron en el pueblo al amanecer. Oí disparos, así que pensé que eran los soldados que patrullaban la zona", dijo Igna a los socios locales de Puertas Abiertas.
Diez hombres entraron a la casa de la cristiana y empezaron a amenazarla. “Me pidieron dinero y cigarrillos. Abrí la ventanilla y vi a dos grupos fuertemente armados en el borde de la carretera. Le dije a mi esposo que la guardia nacional había llegado. Se levantó y al abrir la puerta gritó: ‘¡Dios mío, estamos muertos!’. En ese momento comprendí que los hombres eran rebeldes y no soldados. Mi esposo los convenció de que los llevaría al lugar donde vendían cigarrillos y cuando se fue, uno de los rebeldes me agredió sexualmente", dijo la cristiana.
Sobreviviente
Tras el ataque, uno de los hombres le pidió a Igna que lo llevara a la tienda de cigarrillos. Cuando llegó al lugar, consiguió huir y esconderse entre los arbustos. "Disparó tres veces hacia arriba para asustarme y hacerme volver, pero no lo hice. Me quedé escondida hasta el anochecer, cuando oí a mis sobrinos llamándome, buscándome", concluyó Igna.
En 2021, los dos hermanos de Igna fueron asesinados durante un ataque del mismo grupo. Ella y su familia tuvieron que huir y se convirtieron en desplazados internos en un campamento con otros desplazados que también huían de la inseguridad. Los socios locales calculan que actualmente cerca de 100 personas viven en el campamento y, debido a la distancia, muchas como Igna, deben esperar días e incluso semanas para recibir la atención médica que necesitan.
Igna es una de las muchas mujeres cristianas que son víctimas de abusos sexuales en la República Centroafricana y otros países vecinos. Los grupos rebeldes buscan estratégicamente a las mujeres cristianas para esclavizar y debilitar a las víctimas y, en consecuencia, extinguir el cristianismo. Cuando logran sus objetivos, tratan los abusos como victorias y a las mujeres como premios.
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