Corea del Norte se enfrenta a una intensa crisis de hambre

Tras un duro invierno, Corea del Norte vive una nueva crisis de escasez de alimentos. Los depósitos de almacenamiento están agotados y, en respuesta a ello y para intentar reponer las reservas de alimentos, el gobierno norcoreano ha lanzado una "campaña de movilización rural", que "invita" a trabajar en el campo a soldados y personas que no formaban parte de las labores agrícolas.

El trabajo en el campo suele ser muy duro, con largas horas de arduo trabajo y a menudo con el estómago vacío. Los agricultores se enfrentan a la escasez de personas para trabajar en los campos, más aún sin la garantía de alimentos durante el trabajo.

Importación de arroz

Para aliviar la crisis, el gobierno ha prometido importar arroz, pero esto no alimenta las esperanzas de los norcoreanos. "Los cristianos norcoreanos nos han contado que los alimentos importados se distribuyen primero entre los altos funcionarios del gobierno y luego entre los soldados. Sólo una pequeña parte llega al mercado para el ciudadano común. Por eso hay hambre permanente en todo el país", afirma el socio Simon (seudónimo).

El precio de los alimentos también ha aumentado exponencialmente. Un kilo de maíz, por ejemplo, cuesta 2.500 wones norcoreanos (unos tres dólares), lo que equivale a casi la mitad del salario que recibe un norcoreano al mes, que varía entre cinco y diez mil wones.

Generosidad y amor 

"Hay testimonios inspiradores de cristianos norcoreanos que ayudan a sus vecinos. Comparten alimentos, medicinas y otros artículos de primera necesidad, aunque la comida no alcance para ellos", dice Simon.

“Los cristianos secretos practican el amor de Dios entre bastidores y agradecen las oraciones y el aliento de la Iglesia libre. Toda la gloria sea para Dios, que ha alimentado a sus hijos en esta terrible época de hambruna", concluye Simon.

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