Cómo el aprendizaje puede transformar vidas en Nigeria

Ativi es una joven de Nigeria de unos 20 años. El país ocupa el puesto 12º en la Lista Mundial de Persecución 2020, donde los ataques del grupo extremista Boko Haram han llevado a la destrucción y la muerte. Ella comparte que antes de que Boko Haram atacara su aldea, la vida era excepcional. "Solía ir a la iglesia y asistía al grupo de niñas y a la confraternidad de mujeres. Por la noche, nos sentábamos y hablábamos de Jesus sin ningún temor", recuerda la joven. Pero cuando llegó Boko Haram, todo cambió.

Ativi cuenta cómo tuvo que huir de Nigeria ante las primeras señales del ataque: “Escuchamos disparos muy temprano en la mañana. Estaba en la granja recogiendo cacahuetes con mi mamá. Corrí a casa, agarré nuestras pertenencias y me escapé. El sonido de las armas me asustó mucho. Corrí a Camerún y encontré un lugar donde podíamos quedarnos con la ayuda de un amigo ”.

Cuando supieron que la aldea estaba en paz, regresaron a Nigeria. Ativi nos cuenta sobre ese momento: “Cuando llegamos aquí, todo estaba tranquilo, pero la gente vivía en la pobreza. Estábamos realmente traumatizados al ver nuestra iglesia incendiada. Siempre que entro a la iglesia, siento un gran pesar. La relación entre personas ya no era la misma. Todos estuvieron ocultos durante mucho tiempo. Algunas de las jovenes cristianas que conocia se han convertido al Islam, mientras que otras simplemente se han rebelado”.

Aprendiendo sobre relaciones en el curso de costura y corte.

La joven recuerda cómo ella misma estaba viviendo una vida imprudente. Hasta que participó en una formación de costura y corte ofrecida por Puertas Abiertas en Nigeria. “Antes era muy temperamental. Cuando alguien me lastimaba, no acostumbraba a perdonar fácilmente. Sin embargo, en el curso aprendí a vivir de una manera que sería recordada para siempre donde quiera que vaya, y debo ser una personas que libera perdón sobre los demás". 

Ativi dice que también aprendió a coser muy bien. “Antes, ni siquiera sabía cómo cortar tela. Siempre que me pedían que cortara telas, tenía miedo, pero la maestra me enseñó cómo hacerlo. Ahora se ha convertido en mi orgullo y cuando la gente trae sus tejidos, coso para ellos con total confianza ”, celebra.

Además de las clases prácticas de costura, aprendió a relacionarse mejor con las personas, como testimonio de cristo a sus clientes: “Aprendí a ser paciente con los clientes que me traen sus tejidos. Si un cliente trae su tela, debemos coserla a tiempo. La tela del cliente no debe quedarse con nosotros más tiempo del que acordamos el primer día. Si viene y no he terminado de coser, le pido que se siente mientras termino el trabajo”. 

Cada mañana los devocionales son parte del curso. “La palabra de Dios es el fundamento de todo. Ahora Dios lo es todo para mí. Él me crió y sabe todo sobre mi vida. Él es el único que abre puertas en mi vida donde parecía no haber ninguna ”, completa la cristiana nigeriana. 

Ayuda a salvar vidas en Nigeria

Para traer más transformación a los cristianos nigerianos, Portas Abertas desarrolla varios proyectos en la región. Una es llevar ayuda de emergencia en forma de alimentos, ropa, mantas y asistencia médica a las aldeas destruidas por grupos islámicos radicales. Tu donación garantiza la supervivencia de los cristianos que lo han perdido todo. ¡Donar ahora!