30 años desde la caída del muro de Berlín

El 9 de noviembre de 1989, el mundo cambió. El Muro de Berlín, el símbolo más visible de la división Este-Oeste, se derrumbó cuando la gente afirmó su deseo de libertad. Pero esta libertad no resolvió todos los problemas para la iglesia. Cuando se abrieron las fronteras, después de la caída del Muro de Berlín, también pudieron entrar otras cosas: sectas religiosas, literatura pornográfica, narcotraficantes y la mafia.

Esto causó que el interés en Dios, la Biblia y la iglesia disminuyera después de la caída del comunismo. El nuevo materialismo se ha convertido en una tentación. El hermano Andrew reflexiona: “La presión externa hizo que los cristianos estuvieran juntos durante la existencia de la Unión Soviética, la libertad provocó una ruptura en la unidad. En cierto modo, se volvieron como la iglesia en el occidente ¿Tenemos un mensaje para sus fracasos cuando nosotros mismos hemos fallado?

Nueva esperanza, nuevas restricciones

Algunos viejos hábitos son difíciles de dejar atrás. Esto se puede ver con el arresto de pastores y líderes cristianos en países de Asia Central que formaban parte de la Unión Soviética. La libertad religiosa está restringida en muchos de estos lugares a través de la presencia de comités religiosos, la influencia de los servicios de seguridad, el énfasis en el registro de la iglesia y la introducción de legislación religiosa restrictiva.

El pasaje entre las dos Alemanias solo fue abierta el 22 de diciembre de 1989

En parte, esto ha sido estimulado por el crecimiento del Islam militante. Después de la caída del Muro de Berlín, los musulmanes de las naciones ricas en petróleo utilizaron su riqueza para reabrir mezquitas y entrenar a nuevos mullahs (hombres musulmanes educados en teología islámica y leyes sagradas) en Asia Central. Arabia Saudita donó un millón de ejemplares del Corán (el libro sagrado de los musulmanes) a Asia Central soviética. A pesar de las serias restricciones a la religión, la militancia islámica está creciendo en todos los estados de esta región.

La iglesia actual

Pero la iglesia también está creciendo después del colapso del muro de Berlín. En 1989, había menos de 1,000 iglesias cristianas entre las poblaciones cristianas tradicionales de Asia Central. Apenas había cristianos en Turkmenistán, Uzbekistán o Tayikistán. Pero desde entonces, la iglesia indígena ha vuelto a la vida y la Biblia y los libros cristianos se están traduciendo a estos idiomas. En Azerbaiyán, Chechenia, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán ahora hay cientos o incluso miles de cristianos indígenas. Donde no había más de un evangelio en el idioma nacional, ahora hay nuevos testamentos e incluso Biblias completas.

Por causa de la persecución, muchos cristianos que viven en naciones que eran parte de la Unión Soviética hoy realizan reuniones secretas

Asia Central ha visto un renacimiento maravilloso y notable que comenzó en el momento de la apertura después de la destrucción del Muro de Berlín. Se estima que hay 320,000 ex cristianos musulmanes en estos países, aparte de la población cristiana tradicional. Gracias a su apoyo y oraciones, Puertas Abiertas continúa trabajando en la región, brindando ayuda de emergencia a los cristianos locales cuando son encarcelados, excluidos de familias y comunidades, y privados de sustento y empleo debido a la fe en Cristo. También los fortalecemos a través de la distribución de literatura, capacitación bíblica, capacitación específica, defensa legal, orientación vocacional, ayudando a los cristianos a iniciar pequeños negocios y ministerios de presencia y oración.

Peticiones de oración

• Ora por nuestra familia cristiana en los países de Asia Central que formaron parte de la Unión Soviética antes de que se derribara el Muro de Berlín.
• Pídale a Dios que cada cristiano en esa región sea lleno de la paz del Señor, aún en circunstancias adversas.
• Intercede para que cada uno de ellos mantenga su deleite y pasión por seguir a Jesús, y que permanezcan fieles ante la presión que enfrentan y tengan fuerzas para superar las dificultades.