A la Embajada de Malasia
Estimados señores,
Escribo para expresar mi más profunda preocupación sobre los secuestros de Raymond Koh, Amri Che Mat, Joshua Hilmy y su esposa, Ruth Sitepu. Y pido encarecidamente que tomen medidas concretas e inmediatas para garantizar que la aplicación del estado de derecho y de la justicia se extienda a ellos.
El secuestro de Raymond Koh fue grabado por el CCTV (Televisión Central de China o China Central Television, canal de televisión pública que pertenece al gobierno chino). La precisión militar de la manera en que él y Amri Che Mat fueron secuestrados, implica que fueron ataques coordinados realizados por individuos entrenados. Hay la sospecha de que la policía es cómplice de los secuestros y que sabe del paradero de los cuatro desaparecidos.
Ahora estos casos se han convertido en una cuestión de interés público, tanto en Malasia como en otros países. Todo el mundo espera ver si Malasia se posicionará con un liderazgo que busca la libertad y la justicia, o si continuará en el camino de la corrupción. Los ciudadanos malayos también se preguntan por qué la policía no tomó la iniciativa de ayudar a la Comisión de Derechos Humanos de Malasia (Suhakam) a descubrir la verdad, sino que parecen tomar medidas activas para interferir en sus procesos.
Por lo tanto, les exhortamos a tomar medidas inmediatas para asegurar que la ley se aplique a todos los ciudadanos, independientemente de la fe que profesan. Respetuosamente, pedimos que todos los niveles del gobierno de Malasia cooperen totalmente con la investigación de la Comisión de Derechos Humanos de Malasia (Suhakam) sobre los secuestros, revelando todas las evidencias de implicación policial en los cuatro casos.
Adicionalmente, pedimos que se establezca una investigación independiente e imparcial sobre las alegaciones de implicación policial en los incidentes. Y, si se demuestra, que se garantice justicia rápida para las familias. Finalmente, pedimos que el gobierno de Malasia haga todo lo que esté a su alcance para localizar y devolver al pastor Koh y a los otros secuestrados a sus familias.
Aprecio su atención inmediata a este asunto.
Cordialmente,