Puertas Abiertas • 8 ago. 2024
Guadalupe y Leticia son cristianas indígenas que viven en Chiapas, uno de los estados con mayor índice de persecución en México
Siempre con cuidado. Siempre en silencio. Siempre invisibles. Así es como Guadalupe Pérez y su esposa Leticia Sánchez, dos cristianas indígenas del sur de México, viven su fe a diario. La pareja vive en uno de los 124 municipios de Chiapas, que, según Puertas Abiertas, es uno de los estados con mayor índice de persecución contra los cristianos indígenas en México.
En la comunidad, de casi 29.000 habitantes, la mayoría vive de los cultivos de maíz y frijol y no existe otra religión que no sea la católica. Sin embargo, las prácticas religiosas de las comunidades indígenas mexicanas son muy diferentes de las europeas, ya que son una mezcla de creencias católicas y mesoamericanas, en las que el dogma está completamente separado de las enseñanzas bíblicas. "Aquí, las costumbres católicas incluyen fiestas en las que se toma bebidas alcohólicas para adorar a Dios y quien no lo haga no respeta las tradiciones", explica Guadalupe.
Sin embargo, ésta no es la única tradición local. La veneración a los santos, el culto a las imágenes e incluso las contribuciones económicas a las festividades están protegidas por los líderes de la comunidad. Quienes no las practican se enfrentan a consecuencias como restricciones financieras y comerciales, encarcelamiento o incluso expulsión. "Nos persiguen y nos castigan porque no quieren que abandonemos nuestras tradiciones. Si abandonamos las tradiciones que practican nuestros padres, corremos el riesgo de que nos expulsen de la comunidad. Tienes que ser consciente de que puede que tengas que dejar tu casa, tu tierra y tus posesiones para seguir a Cristo", añade Guadalupe.
Cristianos secretos
Benito y su esposa fueron los primeros en convertirse a la fe evangélica en su comunidad y vivieron su fe en secreto durante 14 años
Para Benito Ton, cuñado de Guadalupe, la persecución existe para evitar que la fe cristiana crezca en la comunidad. "Nos consideran una amenaza porque si nos multiplicamos vamos a terminar con las costumbres y tradiciones locales", explica. Él y su esposa fueron los primeros evangélicos en su comunidad y vivieron su fe en secreto durante 14 años, siempre con miedo a ser descubiertos. "Decidí ser cristiano en secreto porque la verdadera religión aquí es el catolicismo, así que temíamos ser acosados o expulsados", explica.
La pareja conoció la fe evangélica yendo en secreto al pueblo más cercano. "Si se enteraban, tendríamos problemas, así que seguí participando en todos los actos tradicionales de la comunidad. Fue una época difícil, pero sabía que si veía a alguien necesitado, le predicaría y oraría por él", añade.
En 2002, Leticia, la esposa de Guadalupe, enfermó gravemente. Ella y su esposo consultaron a todos los médicos disponibles, pero no hubo un diagnóstico ni un tratamiento precisos. En aquella época, no eran cristianos y vivían según las tradiciones enseñadas por su familia. "Fue una época oscura. Estaba tan desesperada que estuve a punto de vender mi casa y mis tierras para conseguir ayuda, pero gracias a Dios no lo hice", dice Guadalupe.
A mediados de 2023, Leticia pidió a su esposo que llamara a su familia porque pensaba que iba a morir. Su hermana, la esposa de Benito, los invitó a su casa en una comunidad a media hora de distancia. Cuando llegaron, la hermana de Leticia les contó cómo Dios la había sanado. El pastor de la comunidad también fue invitado y compartió el evangelio. "Me dijo: Si aceptas a Jesús te curarás. Así que pensé que ya había sufrido bastante y que no tenía nada que perder, fue entonces que acepté. Dije: Sí, acepto entregarme al Señor, y desde entonces estoy sana", testifica Leticia.
Conoce el desenlace de esta historia en una noticia que se publicará próximamente.
Ayuda jurídica para cristianos indígenas
Tras abandonar la religión tradicional de sus antepasados, los cristianos indígenas de México necesitan apoyo jurídico para responder a la persecución de las autoridades locales y los líderes comunitarios. Con una donación, les permites estar preparados para defenderse legalmente en casos de persecución en comunidades indígenas.
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