Una represión que genera miedo

Desde las elecciones generales de 2018, se percibe un importante cambio de poder que impacta en diferentes comunidades de Malasia. El resultado de las últimas elecciones generales influyó mucho en la agitación política que se desencadenó.

Los socios locales muestran su preocupación por las minorías cristianas en algunos de los estados en los que, tras las últimas elecciones, un determinado partido político religioso se asumió el control total. Este partido siempre dio prioridad a reforzar y extender el poder de la sharia (conjunto de leyes islámicas) en Malasia, convirtiéndola finalmente en un país islámico. Esto no hizo sino aumentar el temor entre los cristianos que viven bajo su dominio.

Por ello, estos socios decidieron reunirse con algunos de los cristianos de estos estados. Al conducir por la región, notaron las diferencias en el paisaje que les rodeaba. Primero se dieron cuenta de que había mezquitas cada dos kilómetros aproximadamente. Allí también todas las mujeres llevaban hijab (velo que cubre la cabeza), lo que contrastaba fuertemente con la capital, donde hay muchas musulmanas que no se cubren la cabeza.

A lo largo de la carretera, casi todas las vallas publicitarias promovían el Islam o productos islámicos. En el hotel en el que se alojaron, había no uno, sino cuatro libros islámicos en los cajones de las mesillas de noche para que cualquiera pudiera leerlos o llevárselos a casa.

Visitantes rechazados

Cuando llegaron a la ciudad, hicieron algunas llamadas a las iglesias de la zona. Sin embargo, se sorprendieron cuando se negaron a recibirlos. "Tememos que nos descubran si nos reunimos con ustedes", dijeron. Esto era chocante, nunca habían conocido ninguna iglesia que tuviera tanto miedo incluso de reunirse con otros cristianos. La mayoría de las iglesias reaccionaron de la misma manera, lo que les hizo darse cuenta del miedo que les habían infundido.

Sin embargo, incluso en medio del miedo, varios cristianos se alegraron de recibirlos. De hecho, esperaban con impaciencia su visita. Con la esperanza de empoderarles, los socios trajeron libros con testimonios de cristianos. Uno de los pastores cogió feliz los libros y dijo: "Estamos muy contentos de recibir estos libros. Nos ayudarán a preparar la iglesia para cuando vengan personas interesadas. Podremos compartir las buenas noticias en momentos como éste".

Alabamos a Dios porque todavía hay una luz en medio de la oscuridad en estas partes de Malasia. Hay que recordar a la Iglesia que Dios es mucho más poderoso que cualquier grupo.