Un joven cristiano es perseguido por su propia familia

El joven cristiano Amiel*, de 22 años, vive con sus padres en Asia Central. Sus padres son musulmanes y oran cinco veces al día. Su deseo era que su hijo se hiciera musulmán para seguir los pasos de sus padres, pero él no era como ellos. En 2016, un colega invitó a Amiel a una iglesia donde conoció el evangelio y aceptó a Cristo como señor y salvador. No sabía cómo decirle a sus padres que ahora se había convertido en cristiano. Y quería decírselo a sus padres, porque ellos le hablaban a menudo del Islam y le aconsejaban que fuera a la mezquita a orar. 

Un día, Amiel estaba reunido con amigos cristianos y sus padres descubrieron que estaba viendo un vídeo cristiano. Así que compartió con sus padres que había entregado su vida a Cristo. Cuando sus padres se enteraron, empezaron a reprenderlo. "Después de un tiempo me quitaron los documentos para que estuviera completamente bajo su control", dice.  

"Un día, estaba en casa y mi tío estaba en el campo cortando la hierba. Cuando se enteró que estaba en casa, se acercó a mí con un látigo en la mano y empezó a golpearme en la cabeza. Y cuando terminó, intentó llevarme al granero, donde quería colgarme", declara el joven. 

Los padres del joven vieron la actitud de su tío pero se mantuvieron al margen, como si lo apoyaran. "Mi tío, muy enojado , dijo: Sería mejor que te convirtieras en un asesino que en un cristiano. Intentó persuadirme llamando mentirosos a los cristianos". El joven soportó la persecución en silencio, pues sabía que podía empeorar si decía algo. "Un tiempo después, decidí irme de casa. Intentaré conseguir un nuevo pasaporte, quiero dejar este país y servir a Dios en otro lugar", concluye el joven. 

*Nombre alterado por motivos de seguridad. 

Peticiones de oración 

• Presenta en oración la vida de Amiel e intercede por él para que encuentre una nueva comunidad donde pueda difundir el evangelio sin miedo a la persecución. 
• Ora para que la familia del joven conozca a Jesús y le entregue sus vidas, convirtiéndose también en seguidores de Cristo. 
• Ora por los cristianos perseguidos en Asia Central, para que la luz del Señor siga brillando en ellos y más personas conozcan la palabra.