Tres años del secuestro de niñas de Chibok

El día 14 de abril se completaron tres años del secuestro de ""las niñas de Chibok"" en una escuela secundaria pública en el estado de Borno, al norte de Nigeria, por militantes del grupo extremista islámico Boko Haram. Uno de los investigadores de Puertas Abiertas, Isaac *, visitó recientemente el pueblo y pasó algún tiempo hablando con los padres que todavía oran por el regreso de sus hijas. Fueron llevadas a la selva Sambisa y, desde entonces, todo lo que ellas dejaron fue dolor por su ausencia. Aunque algunas han sido rescatadas (alrededor de 70), otras han muerto o están todavía en cautiverio. ""La triste realidad nos inspira a querer hacer más por ellas. En mi corazón hay un peso muy grande cuando escribo estas palabras"", dijo uno de los empleados de Puertas Abiertas.

Es imposible saber con exactitud cuál es la situación de todas las niñas. ""Tres largos años de espera para una gran cantidad de padres que nunca han dejado de orar. Se sabe que 23 de ellos han muerto de enfermedades del corazón, mientras que otros todavía sufren de enfermedades relacionadas con el estrés. Ellos nunca se recuperaron de esto"", dijo el empleado. ""La muerte de las niñas no es lo que ellos más temen porque saben que si esto sucede, ellas estarán en la presencia de Jesús. Los padres temen todos los días por lo que sus niñas pueden pasar en las manos de hombres rudos que abusan de las mujeres y que esperaban una recompensa de Alá por ello"", dijo.

El paradero de algunas niñas
El 18 de mayo de 2016, soldados nigerianos rescataron Amina Ali Darsha Nkeki (19) cerca de Damboa, al sur de Maiduguri, con un bebé de cuatro meses y con su “marido”. El 13 de octubre del mismo año, otras 21 niñas regresaron gracias a los esfuerzos realizados en conjunto por el presidente de Nigeria, el gobierno suizo y la Cruz Roja, que negoció con los yihadistas. Y el 5 de noviembre de 2016, fue el turno de Mary Ali Maiyanga en Pulka, Gwoza, con un bebé de 10 meses de edad. Todos parecían aturdidos, pero cuando se reunieron con los padres la emoción era incontrolable. En ese momento, Rebecca Mallum habló por todos ellos y dio las gracias al Presidente y otros.

Conmemorando el regreso
En seguida, ellas cantaron alegres: “Estamos felices por vivir este día maravilloso porque no sabíamos que regresaríamos para casa. Agradecemos a Dios por su amor y oramos por las demás niñas que aún están en el bosque. Que Dios las ayude a regresar también”, dijo Rebeca. La madre de Raha Emmanuel comentó: “Yo no esperaba ver a mi hija nuevamente. Ahora estamos orando para que las demás niñas no sean olvidadas, que Dios las traiga de regreso sanas y salvas, así como lo hizo con mi hija”, dijo.

Negociaciones
Las negociaciones para libertar cerca de 200 otras niñas continúan. Las críticas contra el gobierno por no hacer lo suficiente están aumentando. Unos informes apuntan que algunas sienten vergüenza de regresar a casa después de haber sido obligadas a casarse con extremistas y por haber tenido hijos de ellos. Aquellas que quieren regresar son justamente las que negaron convertirse al Islam. “Las lágrimas nunca se secan y el dolor permanece en nuestros corazones. Queremos ver a nuestras niñas regresando”, dijo uno de los padres.

Condiciones después del rescate
Desafortunadamente, los padres de las niñas que fueron rescatadas no pueden estar con ellas. “Desde que ellas regresaron, los padres las vieron solo 2 veces”, explica el colaborador. “No estamos satisfechos con la forma como el gobierno está manteniendo a nuestras hijas en Abuja, sin escuela, sin nada. La presidencia nos dice una cosa y hace otra. Creo que estamos siendo engañados”, dijo Yakubu, representante de los padres en Chibok.

La situación es intolerable. Después de tres años, aún es difícil creer que algo así puede suceder. Casi 300 niñas son secuestradas y no son rescatadas en poco tiempo. ¿Cómo es posible que un grupo tan grande permanezca desaparecido después de tanto tiempo, con toda la experiencia y tecnología disponible en este mundo? Esto es realmente asustador”, dijo Yakubu.

Puertas Abiertas permanece lo más cerca posible de las familias, dándoles todo lo necesario, desde alimentos, cuidados médicos e incluso un tratamiento post-trauma. Miles de cartas fueron escritas por los socios de Puertas Abiertas y entregadas a los padres como forma de apoyo.

¿Podemos hacer más por las niñas de Chibok y sus familias?
Sí, podemos. En nombre de los padres de las niñas secuestradas, podemos orar a Dios e interceder por nuestra situación, por más difícil que parezca. No hay nada que ellos valoricen más que sus oraciones. “Estamos sobreviviendo por el poder de las oraciones de nuestros hermanos alrededor del mundo. Necesitamos mucho de ustedes”, dijo uno de los padres para el pastor Ayuba.