Puertas Abiertas • 31 ago. 2020
Bakhit Aziz Georgi y su hijo Osama continúan desaparecidos en Egipto.
En la noche del 4 de agosto, el cristiano Bakhit Aziz Georgi, de 68 años, fue abordado por un hombre armado que lo obligó a seguirlo. El secuestro ocurrió mientras la víctima trabajaba en su pequeño negocio en Egipto. En ese momento, el sobrino de Georgi, Youssef Girgis de 35 años, vio a su tío ser llevado en un camión. Enseguida empezó a gritar, intentando salvarlo del secuestro. Los secuestradores preguntaron sobre la identidad de Youssef, y al descubrir que era cristiano, lo capturaron.
La hija de Georgi, Mariam, presenció el incidente y aún así intentó que los hombres dejaran de llevarse a los cristianos. "Cuando vi a mi padre en el camión, rogué a los secuestradores que lo dejaran ir. Pero me dijeron que no", testifica la joven de 21 años. Aunque pidió ayuda a la gente que pasaba, nadie respondió a su petición.
Otro de los hijos de Georgi, Ramzy, dijo que no reconoció a los secuestradores a través de las imágenes de las cámaras de vigilancia. La familia es la única cristiana del pueblo, pero viven en paz con los musulmanes. "Mi padre no tenía enemigos. Esas personas son extrañas para nosotros", dice. No es la primera vez que un miembro de la familia es secuestrado. En 2016, Osama fue capturado y nunca más fue visto por sus padres y hermanos.
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Impunidad en los crímenes contra los cristianos
"Después del secuestro de mi hermano, sentimos que estábamos en peligro, sin embargo mi padre se niega a abandonar la región y mantiene la esperanza de que mi hermano regresará", dice Ramzy. En el momento del crimen, la familia cristiana informó a la policía, pero el crimen no fue investigado. "Si se hubiera tomado una medida contra los secuestradores en el primer incidente, el segundo no habría ocurrido. Y si la policía tampoco hace nada en este caso, continúan secuestrando a los cristianos", concluye otro pariente que prefirió no identificarse.
Por la gracia de Dios, el 20 de agosto, Youssef fue dejado vivo en el desierto. Sin embargo, Georgi y Osama siguen desaparecidos. El cristiano mayor tiene diabetes y necesita medicinas a diario. Por esta razón, su familia está preocupada y pide oración a todos los hermanos y hermanas del mundo.
Peticiones de oración
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