¿Qué tienen que ver los cristianos con la caída del muro de Berlín?

El Muro de Berlín surgió el 13 de agosto de 1961. El fundador de Puertas Abiertas, el  hermano Andrés , fue uno de los primeros en pasar el Checkpoint Charlie, uno de los puntos de cruce más conocidos en el Muro de Berlín entre Alemania Occidental y Oriental durante la Guerra Fría. Él tiene vívidos recuerdos del impacto del muro: “El flujo de refugiados bajo las reglas comunistas fue bloqueado de la noche a la mañana. No había salida, nadie podía escapar. El resultado fue una ola de suicidios porque toda esperanza había sido perdida", dice el hermano Andrés.

El régimen tenía como base, un control estricto. La iglesia fue aislada y amenazada. Johan Companjen, colega del Hermano Andrés, explica: “En ese momento, los comunistas no toleraban a los cristianos en absoluto. Los cristianos se sintieron completamente abandonados". Pero a pesar de las amenazas, arrestos y prisiones, un recuerdo constante del Hermano Andrés es que la iglesia mostró fortaleza.

El origen de Puertas Abiertas

El origen de Puertas Abiertas provino de la determinación del Hermano Andrés para hacer su parte en el fortalecimiento de la Iglesia Perseguida. Él comenzó un flujo de visitas, llevando Biblias a través de los puntos de acceso, siempre orando para que los ojos de los guardias no vieran sus envíos. Se entregaron cientos de miles de Biblias. Su convicción, en ese momento y ahora, era que los cristianos bajo tanta presión necesitaban de estímulo y fortalecimiento, que se encuentran en la Palabra de Dios.

En 1982, Puertas Abiertas decidió priorizar el trabajo en la Unión Soviética, enfocándose en dos proyectos principales: llegar a los 10 millones de cristianos ortodoxos rusos no bíblicos y fortalecer las iglesias en las repúblicas soviéticas de la Unión Soviética, dándoles los medios para llegar a sus vecinos musulmanes. Además, en paralelo, hubo una campaña de oración, que duró siete años. La Iglesia Nikolai en Leipzig, Alemania Oriental, oró por paz todos los lunes desde 1982. De unos pocos, el número aumentó y las reuniones de oración se convirtieron en el foco de atención para las personas que querían un cambio. En octubre de 1989, alrededor de 70,000 personas se reunieron fuera de la iglesia.

 

El inicio de los cambios

Poco a poco, las cosas comenzaron a suceder y el impacto se vio en el mundo político y también en Puertas Abiertas. A partir de 1987, muchos prisioneros religiosos fueron liberados de campos de trabajo y celdas de prisión. En 1985 hubo 340 cristianos arrestados, en marzo de 1990 solo 17. En 1988, la economía soviética estaba en crisis. El presidente Gorbachov, en busca de apoyo para un programa de reestructuración, prometió que se reconocería a los cristianos y se reabrirían las iglesias.

El Hermano Andrés participando de la entrega de Biblias en Rusia. Esta es una de un millón que se distribuyeron

En el mismo año, las regulaciones postales cambiaron, permitiendo que miles de nuevos testamentos sean enviados a cristianos e iglesias en toda la Unión Soviética. El Hermano Andrés aprovechó la abertura para firmar un acuerdo: en el año de la celebración del aniversario de 1,000 años de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Puertas Abiertas les regalaría 1 millón de nuevos testamentos.

Entonces, en noviembre de 1989, quedó claro que el cambio abarcaba todo el bloque comunista. La caída del Muro de Berlín fue una señal de que las cosas ya no serían lo mismo. Un miembro del equipo de Puertas Abiertas recuerda ese día: “Mi colega y yo nos subimos al auto y nos dirigimos a Berlín para ser parte de esta ocasión histórica. ¡Que alegría! ¡Qué respuesta de oración! ¡Que poder hay en la oración!